Quintana Roo

'Elefante blanco” el Centro de Educación Climática

Por Salvador Canto

Abandonado y cada vez más en proceso de deterioro, es como se encuentra el Centro de Educación Climática que se construyó con una inversión de 10.5 millones de pesos, el cual se encuentra enfrente del edificio de la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) en la ciudad de Cancún, mismo que fue construido con el propósito de concientizar a la población de la región sobre el grave problema del cambio climático, así como educar sobre las medidas necesarias para cuidar el medio ambiente en favor de las futuras generaciones quintanarroenses.

La idea de este proyecto, era el ofrecer exhibiciones a toda la ciudadanía, pero principalmente a estudiantes, para ejemplificar las causas y efectos de la contaminación y otros fenómenos, que afectan los cuerpos de agua, selvas, suelo y la atmósfera.

Incluso, este edificio que se construyó en la administración estatal pasada, fue inaugurado en mayo del 2014 por el entonces Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud y su operación, sería a través de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA).

Sin embargo, desde su inauguración, poco ha sido utilizado dicho espacio que supuestamente beneficiaría a una población de más de 650 mil personas en el norte de Quintana Roo.

Y hoy, este edificio que desde el punto de vista arquitectónico evoca una pirámide maya, ya va para cuatro años cerrado y continúa deteriorándose, pues no existe el mínimo interés por ser rehabilitado por la SEMA, bajo el argumento de que tiene daños estructurales que se detectaron desde el 2015, pero que el gobierno de ese entonces no hizo nada y dejó en esas condiciones la infraestructura que con el paso del tiempo sigue decayéndose.

Incluso, las autoridades actuales argumentan que se requiere de una “millonaria” inversión para poder rehabilitarlo, lo cual no está contemplado dentro del presupuesto de la SEMA, lo que significa que las instalaciones donde en la parte de las escaleras ya creció un árbol y en la parte de arriba está llena de agua, continúe deteriorándose de manera lamentable y el dinero que se invirtió para su construcción, prácticamente haya sido tirado a la basura.