Quintana Roo

La contaminación, principal amenaza al Caribe mexicano

Por Salvador Canto

La contaminación es el principal problema local e incluso hasta regional que aunado a los efectos del cambio climático que ya hacen sinergia a nivel global de manera negativa, están provocando que los arrecifes del Caribe mexicano que forman parte de la Barrera Mesoamericana, sigan padeciendo las consecuencias y cada vez de manera más preocupante.

Lo anterior fue expuesto por el investigador Juan Pablo Carricart Ganivet, jefe del laboratorio de Esclerocronología de Corales Arrecifales de la Unidad Académica del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM en Puerto Morelos, quien en entrevista para el periódico Por Esto! Quintana Roo, habló del estado actual de corales, los efectos por el cambio climático y la contaminación.

Cabe mencionar que la Esclerocronología estudia los patrones físicos y químicos en bandas de crecimientos temporales registrados en estructuras calcificadas de organismos acuáticos, para reconstruir su historia de vida y su relación con procesos ecológicos, antrópicos y ambientales.

De esta manera, dicha disciplina está orientada principalmente al estudio de los patrones de edad y crecimiento, utilizando estructuras calcificadas, tales como exoesqueletos de corales, conchas de moluscos, otolitos, estatolitos, escamas, huesos operculares, vértebras, esqueletos calcáreos, dientes, entre otras estructuras.

Sin embargo, el registro temporal de las propiedades químicas en estas estructuras permite también reconstruir cambios climáticos y ambientales a distintas escalas de espacio y tiempo.

Y es en ese sentido que el investigador Carricart Ganivet platicó que parte de los problemas que han detectado dentro de los estudios que han realizado en los últimos años a los corales de la región, es que están registrando cambios significativos a consecuencia del cambio climático, pero más aún por la contaminación que sigue en aumento.

Además, mencionó el daño que le causa la sobreexplotación turística, así como la construcción de nuevos hoteles que sólo cumplen con lo más mínimo de las normas ambientales e hizo referencia de la falta de plantas de tratamientos terciarios en el Estado que provoca que no exista control con el agua que se inyecta a los ríos, donde en algún estudio que hizo a un pozo de Bonfil, determinó que el agua estaba llena de contaminantes e incluso, presentó trazas pequeñas de cocaína.

Contaminación afecta

más a los arrecifes

El especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recordó que en un trabajo que publicó hace cinco años, demostró que hay un efecto negativo sobre el desarrollo del arrecife causado por cambio climático, lo cual es mínimo al originado de manera directa por la contaminación.

“Si pudiéramos quitar la contaminación, le daríamos un respiro al arrecife de hasta 50 años y nos la arreglamos con el cambio climático porque además, lo que ya estamos viendo es que hacen sinergia una cosa con otra y todo de manera negativa”, explicó, quien tiene a su cargo, el laboratorio donde se realizan estudios de los registros ambientales insertados en conchas y esqueletos de organismos como los corales.

Mencionó que los corales tienen unas bandas de crecimientos anuales que son análogas a los anillos de crecimiento de los árboles, lo que permite desde su descubrimiento en la década de los 70’s del siglo pasado, obtener información ambiental de los esqueletos de los corales masivos.

“En las pruebas que hemos obtenido, se ven estas bandas anuales y entonces desde ahí puede uno fechar desde el momento de la colecta que es de manera retrospectiva y con ello, ir viendo eventos registrados en el esqueleto a lo largo de los años; incluso, con núcleos más grandes hemos sacado hasta 200 años de historia de los arrecifes de Puerto Morelos”, afirmó el investigador.

Dijo que el arrecife de coral, fue el primer ecosistema en la tierra que dijo “aguas con el cambio climático”, primero con el fenómeno de blanqueamiento a nivel mundial que cada vez es más fuerte.

Sostuvo que si las cosas siguen como están, “ni de chiste van a mejorar las condiciones actuales de los arrecifes, sino por el contrario, van a seguir empeorando”.

En ese sentido, dijo que con los estudios logrados han determinado que la tasa de calcificación se vea interrumpida con el cambio climático y esto provoca que el coral se comience a estresar por los cambios de temperatura, además de la sobreexplotación turística.

Modelo turístico

afecta a los arrecifes

No obstante, puntualizó que el cambio climático es un asunto global, “ya hay otro tipo de acciones que pueden ser regionales e inclusive locales como la contaminación, además de los efectos negativos del turismo masivo que aquí por supuesto los tenemos”.

Agregó que “uno de mis estudiantes, utilizando precisamente estas bandas, hizo determinaciones de cómo estaban las condiciones ambientales hace 30 ó 35 años y se detectó un indicador de nitrógeno (por descargas de aguas negras), lo que va con una correlación perfecta con el número de cuartos de hotel y la cantidad de nitrógeno en los esqueletos”.

Por ello, mencionó que es evidente que ese modelo turístico le hace daño al arrecife y “lo peor de todo el asunto, es que al final del día, los complejos turísticos, comenzando con Cancún, si no hubiera habido un arrecife de coral en el Caribe mexicano, los destinos turísticos de Quintana Roo no tuvieran el éxito que tienen porque las arenas color blanco y las aguas azules que tanto le gusta a los turistas, es producto de que existe un arrecife”.

Resaltó que la única atracción visual que se tiene es el mar, porque vivimos en un sitio de dos dimensiones: largo y ancho. No hay alturas.

“La selva es un atractivo secundario, lo primero es el paisaje hacia el mar y es porque hay arrecifes de coral y ahora resulta que los complejos turísticos los están matando; están matando la gallina de los huevos de oro y no se ha hecho consciencia al respecto”, destacó.

El entrevistado fue claro al señalar que en múltiples foros “hemos externado la problemática y parece que esto no les importa, porque siempre buscan lo inmediato que es el dinero y no hacen consciencia, no ven la magnitud del problema”.

Añadió que los efectos del cambio climático, “ya los tenemos encima como en todo el mundo y aquí le abundamos los efectos negativos del turismo masivo que no se trata que los turistas no pisoteen o rompan los organismos, que los saquen porque hacen, pero de los males, ese es el menor, es decir, el mal mayor es la contaminación que generamos”.

Sostuvo que todos los hoteles cumplen con el mínimo indispensable de las normas, a pesar de que saben del problema, por lo que sería importante que se cambien dichos lineamientos ambientales, sobre todo, por el tipo de suelo que tenemos en la península de Yucatán con todo el sistema de ríos subterráneos.

Relación negativa de los corales por cambio de temperatura

A pregunta concreta sobre el estado de salud en los últimos de los arrecifes que hay en Quintana Roo, el especialista mencionó que “lo que hemos trabajado nosotros en el Caribe mexicano, es con la depositación del carbonato de calcio de los corales en relación con el aumento de temperatura del agua, producto del cambio climático y con base en ello, hemos obtenido información que la velocidad en que se deposita este carbonato en el esqueleto, depende de qué tan bien o qué tan mal esté el coral, en términos de cómo está viendo su ambiente”.

Afirmó que con los estudios que han desarrollado, “lo que hemos visto, es que hay una relación negativa con el aumento de la temperatura y que si bien ha habido un aumento de temperatura prácticamente todos los mares del mundo, los del Caribe mexicano no se escapan y aquí, lo que se ha dado es una relación negativa entre esa tasa de calcificación y la temperatura del agua, tanto en Puerto Morelos, Cancún y los más al sur donde hemos obtenido muestras es en Majahual y Banco Chinchorro”.

Destacó que para obtener las muestras, “nosotros no matamos a los corales, sino tenemos unos taladros que nos sirven para sacar núcleos de los corales y para ello se perfora y después el agujero se tapa y el tejido se restablece”.

Faltan plantas de

tratamientos terciarios

Por otro lado, dijo que las plantas de tratamiento terciario son pocas las que existen en Quintana Roo, “sino es que las podemos contar con los dedos de una mano y nos van a sobrar dedos”, afirmó.

Refirió que lo que hay, es un montón de plantas de tratamiento primario que lo único que hacen es quitarle las bicicletas y las llantas al agua, mientras todo lo demás como son bacterias, metales pesados, se inyecta tal cual al manto que llega después al mar.

Incluso, ejemplificó, la problemática que hay en el agua que es inyectada al subsuelo, en virtud de que en unos estudios que le hizo al agua de un pozo en la colonia Álamos (delegación Bonfil), en los resultados hubo muestras hasta cocaína dentro del agua.

“El agua del pozo estaba llena de contaminantes, coliformes totales, fecales, un montón de metales pesados y literal, hasta cocaína traía el agua, en trazas muy pequeñas, pero era cocaína, lo que demuestra el problema que hay en lugares donde se sigue utilizando fosas sépticas que en algunos casos tienen 40 ó 50 años de haberse instalado y por supuesto, ya registran fisuras y se contamina el manto, por no haber ni siquiera biodigestores”, concluyó.