Por Olivia Vázquez
El segmento turístico que activa y ocupa una casa habitación o un pequeño hotel del centro, le permite a este tipo de hospedaje mantenerse en indicadores similares de ocupación al de la gran hotelería que opera bajo el sistema de todo incluido, lo que revierte la tendencia de descenso drástico que reportaban estos sectores en años anteriores.
Este comportamiento también lo reportan destinos como Playa del Carmen, que con la oferta residencial hotelera que han desarrollado, les permite mantener la actividad turística en estos valles que registra la temporada de invierno, antes de tomar nuevamente fuerza para entrar a los meses de mayor activación turística.
De acuerdo al barómetro de la Asociación de Hoteles de Cancún, después de alcanzar los máximos indicadores en ocupación durante el período vacacional, la pequeña hotelería del centro de este destino se ha mantenido en indicadores del 60 y hasta el 76%, con fines de semana que incluso llegan a superar el 80% de ocupación.
Estos rangos no se generaban en Cancún hasta hace tres años cuando las plataformas de hospedaje comenzaron a agrupar a la hotelería residencial y a la hotelería pequeña que con 20 ó 30 cuartos han logrado estabilizar su ocupación, pasando del 20 y 30% que se registraba años anteriores a un promedio del 60 y 70% de forma permanente.
El segmento turístico que está ocupando estas habitaciones que podrían sumar más de 15 mil en el destino considerando la oferta hotelera pionera en la región, es un turismo regional, nacional y también de América Latina, pero se tiene también grupos importantes de turistas europeos que viajan sin paquete y que gustan de la convivencia directa con la comunidad.
Estos segmentos también activan los comercios y restaurantes del centro de Cancún y en ello, estos sectores reportan que esta cuesta de enero no ha sido tan drástica como en años anteriores.
En el caso de la gran hotelería y del sistema de todo incluido, el promedio de ocupación se mantiene entre el 77 y 80% en las operaciones, en el valle de fin de mes y el arranque de lo que serán los meses más productivos para el destino en los históricos de ocupación.
Para febrero y marzo, estos sectores hoteleros llegan a promedio arriba del 80% de ocupación al mes, siendo los meses con la mayor tasa de ocupación del año, misma que ahora se comparte con el turismo residencial que sigue llegando al destino y que se mantiene dentro de la ciudad.