Por Olivia Vázquez
El sector hotelero de Cancún entra al Travel Mart 2019 en desventaja competitiva para lograr una mejor negociación de tarifas, debido a la constante amenaza de operación de cruceros en Puerto Morelos y la creciente presencia de hospedaje residencial que acapara mucho del flujo turístico que hoy capta el destino. La lucha es feroz, y así se vive en las negociaciones, donde mayoristas regatean el precio bajo el argumento de la mayor oferta hotelera, los problemas de sargazo que tiñen a la región y el ya añejo problema de inseguridad que persigue al destino. Por primera vez en los últimos diez años en Cancún, el sector no busca crecer en la tarifa, sino recuperar la que se perdió en el verano pasado, cuando cayó 10 o 12% por el tema del sargazo, lo que terminó tirando la ocupación.
Si se logra sumar el precio al menos el deslizamiento de la inflación (3 a 5%) será favorable, así lo han considerado algunos de los líderes hoteleros del destino, que reconocen que la situación cada vez es más complicada para alcanzar la venta bajo el concepto de todo incluido, que parece alejarse de sus años de gloria, pues la tendencia de mercado global ha cambiado a un turismo más exigente, que quiere elegir su propio viaje bajo sus términos y condiciones.
En años anteriores, la Asociación de Hoteles de Cancún venía reportando una constante de crecimiento tarifario del 10 al 15 por ciento, dependiendo de la cadena hotelera y el nuevo atractivo que se ofrecía en el servicio, pero el indicador este año mostró ya un descenso en el tabulador a partir de la temporada de verano, por los efectos que se generaron con el sargazo, lo que terminó tirando también la ocupación.
Y es que el sargazo se suma a los problemas que venía enfrentando el destino en materia de inseguridad y debido a la creciente oferta de hospedaje residencial que sigue instalándose en la región sin ningún tipo de regulación.
Hoy en día, son los destinos como Tulum, Holbox y República Dominicana los que sostienen las tarifas más altas del mercado, dejando a Cancún y la Riviera Maya en una constante presión por sostener el precio en el mercado.
El indicador a la baja, sin embargo, no coincide con los indicadores de flujo turístico que reporta el Aeropuerto Internacional de Cancún, que son tomados por la autoridad como indicadores favorables, pero que sin embargo le pegan a una hotelería cada vez más debilitada que ahora enfrenta a su principal competidor, el hospedaje residencial.
Este tipo de oferta, se asegura, ha venido acaparando gran parte del mercado, y aunque la hotelería sigue sosteniendo su servicio de todo incluido, la nueva tendencia de mercado presiona a estas grandes empresas en la tarifa.
A la competencia que le genera al destino el hospedaje residencial, ahora el sector enfrenta la nueva amenaza de la industria naviera, que ha encontrado la puerta abierta en Puerto Morelos para la operación de un mini home Port, que comenzará a operar en noviembre próximo con cruceros y ferrys que estarán trayendo por embarcación a 200 pasajeros y turistas cada semana al destino.
Esta operación es considerada por el sector como una amenaza letal para los destinos, pues la pérdida de asientos de avión y la reducción en las noches de hospedaje no aportan en nada a las condiciones que ahora enfrenta el sector, contra una industria que, aseguran, es depredadora de los destinos porque no aporta a la región.