Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 29 de octubre.- Muestra de que no escucha a la población y está negado a corregir los errores que comete su equipo de trabajo, el presidente municipal Otoniel Segovia Martínez se empecina en proteger al director de Fiscalización, Emmanuel Magaña Cirerol.
Minimizó el hecho de que en días pasados el director de Fiscalización acorraló a más de 25 comerciantes y artesanos provenientes de Ticul, Yucatán, los cuales ofrecieron sus productos durante todo el fin de semana en el salón Bellavista, a quienes privó de su libertad en tanto no le pagaron el dinero que les exigió.
“No hubo ningún incidente”, “pisamos callos, pero lo único que se hace es ordenar”. “Sucedió que se pusieron ahí, vendieron poco y querían otros espacios”, fueron las aseveraciones del presidente municipal, las cuales son carentes de claridad y totalmente contrarias a lo que expresaron los comerciantes.
Como se recordará, comerciantes de Ticul denunciaron que Emmanuel Magaña Cirerol no sólo exigió el pago de 35 mil pesos, sino que además amenazó y retuvo a los comerciantes de manera ilegal dentro del salón Bellavista, con ayuda de elementos de la Policía Municipal, hasta que no se cubriera el monto que exigía.
Los comerciantes señalaron que Magaña Cirerol les ordenó que no podían retirarse del salón Bellavista hasta no cubrir la cuantiosa cantidad, que supuestamente corresponde al permiso para poder comercializar al interior de la sala de fiestas ubicada en el Boulevard Bahía.
Inclusive, el director de Fiscalización de OPB amenazó a los comerciantes con confiscarles toda su mercancía si no cubrían el monto exigido; sin embargo, los comerciantes ya habían logrado sacar sus productos anticipadamente, por lo que al funcionario no le quedó más que llamar a los policías municipales para amedrentar a los comerciantes.
A decir de los denunciantes, en ningún momento justificó el método del cálculo que realizó para imponer la cantidad de 35 mil pesos como pago por las ventas de 3 días en la exposición de zapatos y artesanías de Ticul. A los comerciantes no les quedó más remedio que pagar 9 mil pesos en ese momento y firmar un pagaré, para que finalmente pudieran regresar a sus lugares de origen, tras ser prácticamente secuestrados por las políticas recaudatorias de la actual administración municipal que encabeza el morenista Otoniel Segovia Martínez.