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Quintana Roo

Ausencia de estudios, principal crítica al Tren Maya

Por Eva Murillo

La ausencia de los estudios de impactos ambientales que causará la instalación de vías para el Tren Maya es una de las principales críticas al proyecto, a lo que el gobierno federal ha respondido que va a realizar estos análisis sólo en los tramos en donde no existen las vías férreas y derecho de vía, en donde va a aplicar las medidas compensación y mitigación para resguardar el patrimonio ambiental, sin embargo, las manifestaciones aún no han sido ingresadas a la Semarnat.

Es en Quintana Roo donde será necesario que el gobierno federal obtenga derechos de vía, por lo que en 2020 dará inició la construcción de los tramos a los que llamó Selva y Caribe II, en los que ha asegurado que construirá pasos de fauna para mantener el corredor biológico sin afectaciones.

Hasta ahora, la ruta exacta que tendrá el tren sigue siendo una incógnita y en eso se cobijan las autoridades municipales, estatales e incluso federales para no opinar o abundar sobre las afectaciones ambientales.

Según el trazo público del tren, el 95 por ciento de este pasará por derechos de vías existentes, por lo que la ruta está libre de árboles y vegetación; y en los tramos en los que el derecho de vía está por obtenerse, van a buscar incorporar a los propietarios de las tierras al proyecto para que reciban ingresos y si en estas zonas hay invasiones van a tratar de llegar a un acuerdo con los ocupantes.

El plan mostrado es que en 2019 se rehabilitarán las vías del tren obsoletas que van de Palenque a Valladolid, tramo que representa la mitad de la ruta y en 2020 iniciará la construcción de los tramos de Selva y Caribe II.

De manera general se ha hablado de mil 460 kilómetros de vía los que van a construirse en cuatro años para posteriormente iniciar operaciones en 2024.

Debido a la falta de claridad, pues la información sigue siendo en lo general, sin aterrizar en lo particular, como el hecho de informar que habrá pasos de fauna, pero sin especificar cuántos ni en qué puntos, mucho menos las extensiones de cada uno, la organización civil GeoComunes, integrada por geógrafos, ha hecho mapeos, basándose en lo que hasta ahora se conoce del proyecto y siguiendo líneas carreteras y de cableado de CFE.

En un estudio hecho por este colectivo ciudadano, detallaron que el 65.1 por ciento de las nuevas vías podrían ser construidas sobre 632 kilómetros de derechos de vía existentes federales y estatales pertenecientes a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y a la Comisión Federal de Electricidad, es decir, de manera paralela a carreteras y líneas de transmisión eléctrica que interconectan a la Península de Yucatán.

Pero el 34.2 por ciento del nuevo tramo, que corresponde a 329.97 kilómetros, aún no cuenta con derecho de vía; en el estudio detallaron que existe un tramo entre Xul-Há y Nicolás Bravo de 61 kilómetros en donde la información disponible no permite determinar con claridad si el trazo utilizará derechos de vías existentes o no.

A pesar de que todavía no está clara la ruta exacta que seguirá el tren, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, mencionó a finales de la semana pasada, que el proyecto empezaría a construirse en el primer semestre de 2020.

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