Por Luis Enrique Cauich
KANTUNILKIN, LAZARO CARDENAS, 7 de diciembre.- Realizar una corrida de toros no es fácil, se hace por promesa a la virgen de la Concepción y no tiene nada de lucrativo, porque la mayoría de las veces hay pérdidas y es el encargado el que pone el recurso, sostuvo Abelardo Pool Che, diputado de la corrida de toros de este 7 de diciembre.
Para realizar una corrida de toros, todo el año debes estar ahorrando para los gastos, desde lo que es la comida, la contratación de los toreros, los toros, entre otros gastos que se realizan para cumplir una promesa hecha a la virgencita, patrona del pueblo que se lleva venerando más de un siglo.
Más que una tradición, son usos y costumbres que se han arraigado en el pueblo lazarocardenense y que ante los ojos de diputados que crecieron con otras creencias religiosas, no es comprensible estas actividades, en las que se convive con familiares, vecinos, personas de pueblos vecinos, que aun cuando son desconocidos, son bien recibidos este día.
Abelardo Pool Che añade que lleva 45 años realizando esta actividad, su promesa a la virgen y 11 años realizando una corrida de postín, pero ayer llegó la hora de pasar la estafeta a otra persona que tiene los mismos compromisos y convicciones, quien sabrá darle seguimiento a esta tradición.
Comentó que luego de varios años, mediante un ritual maya, pasó la corrida al señor Mariano Pech, a quien también se le entregó una paila de comida y refrescos, pues será el nuevo diputado a partir del próximo año.
Pool Che sostuvo que los gastos corren a cuenta del diputado y los socios que pagan una cuota para autosostenerse, pero en muchos de los casos hay pérdidas, por un día de lluvia, o porque los habitantes aún no reciben sus pagos y no pueden ir, entre otras razones.
Aclaró que el ayuntamiento los apoya con un recurso, voladores y cervezas, lo que se utiliza el día del convite (primer domingo de noviembre), cuando las autoridades recorren las casas de los diputados para recordar este compromiso y lo que reciben se gasta en la comida, la cerveza y los refrescos que se otorga de manera gratuita a todos los habitantes del pueblo que acompañan a la autoridad en el recorrido.
Los gastos fuertes comienzan para el diputado de la feria hasta una semana antes de su corrida, porque hay que ir a cortar la leña, conseguir las matas de plátano, porque sirven las hojas y los tallos, cuando se entierra el pib, se escarba el pib, en fin es un trabajo laborioso, que le gustaría que los diputados lleguen para conocerlo y participar en él, antes de aprobar leyes hechas detrás de un escritorio.
Un día antes se sacrifica el cerdo, se prepara la chicharra y la higadilla, que se come entre los asistentes ese mismo día (en su caso el 6 de diciembre), se reciben las cabezas y medio cochino de los socios que entregan carne y se comienza a preparar la cochinita y el relleno, que al día siguiente (7 de diciembre) degustarán.
“Aquí no hay extraños, cualquiera que llegue tendrá seguro un plato de comida, sus tortillas y un refresco, la comida se regala, es un día de fiesta en el que hay que disfrutar de los manjares que se orecen a la patrona del pueblo”, sostiene.
Cerca de las cuatro de la tarde parte el contingente de su casa hacia la iglesia, donde se baila la cabeza de cochino y después se enfilarán al ruedo, donde se hará la corrida de toros para el público asistente.
Pool Che señaló que se cobran las entradas y no son muy costosas, para que el público entre a disfrutar, además de que les permite recuperar parte de la inversión y gastos, de la comida, la contratación de toreros y toros, pero cuando toca un mal día, por lluvia o por falta de asistentes, las pérdidas son evidentes, pero más que lamentarse, entienden que se hace por promesa a la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Los toros de muerte, que se torean durante la función taurina, al final del evento se prepara en el domicilio del diputado, se hace la comida que se conoce como “chocolomo” y se cena con todos los habitantes que acudan, porque esta es parte de la tradición, es un día de fiesta, es un día de convivencia, que al terminar se comienzan a preparar para el año próximo.