Por Yolanda Gutiérrez
ISLA MUJERES, 19 de febrero.- A pesar de que recientemente el Cabildo isleño aprobó el Reglamento de Transporte Urbano, el municipio aún no ha movido un dedo para, al menos, lanzar una convocatoria a fin de que las empresas interesadas en prestar el servicio puedan presentar sus propuestas, lo que de nueva cuenta deja en indefensión a los ciudadanos, obligados a usar el pésimo servicio que ofrecen los taxis, única opción para quien no cuenta con transporte propio.
De nada sirve tener un flamante Reglamento de Transporte Urbano que sólo regularía el servicio que se ofrece en la zona continental, mientras que en la ínsula, residentes y turistas se ven obligados a usar sí o sí el servicio de taxi, que ante la falta de transporte público en la isla, se ha consolidado como el perfecto monopolio, lo que da pie a que muchos chafiretes cometan abusos en contra de los usuarios, que van desde subir a todo el que pueden en su unidad hasta cobrar de más, situación que se da especialmente con los turistas.
Los isleños que carecen de vehículo propio o por el motivo que sea, quedaron “a pie”, están a merced del humor del chafirete en turno, muchas veces más preocupados por ver cómo le va a hacer para sacar la liquidación y lo del combustible, que en proporcionar un gran servicio.
La concesión otorgada por el Ayuntamiento a la empresa Isla Turicun venció el 16 de mayo de 2016, tras 15 años de proporcionar el servicio con muchos altibajos; pero en realidad dejó de operar desde finales del 2015, sin previo aviso.
Y pese a que han pasado más de tres años desde que venció la concesión, y existe un reglamento en la materia, no se ha movido un dedo para que el ayuntamiento, de una vez por todas, lance una convocatoria para licitar el servicio de manera eficiente en el municipio, pero especialmente en la ínsula, donde el problema se hace más grave en virtud de que no hay dónde elegir.
Y los habitantes de Isla Mujeres, se ven obligados a utilizar el servicio del taxi como única opción para desplazarse, lo que afecta considerablemente sus bolsillos, sobre todo, si deben abordar varias unidades el mismo día.
La desesperación llega al máximo cuando la isla se llena de visitantes cargados con dólares que los taxistas prefieren antes que el usuario local, a quien en muchas ocasiones pasan de largo para levantar unos extranjeros que están a unos cuantos metros adelante.
Si se considera que Isla Mujeres no ha resentido los efectos de la temporada baja desde hace muchos meses, se puede imaginar cómo padecen los residentes que necesitan trasladarse de un punto a otro, que en ocasiones se ven obligados a esperar de 15 a 30 minutos, a veces, incluso más, hasta que un buen taxista se compadece.
Para colmo, muchos chafiretes prefieren perder su día en los sitios de Garrafón y Dolphin Discovery a la espera de que caiga el “buen pasaje”, en lugar de dar el servicio en el sitio oficial del centro, donde muchas veces, sobre todo, en la llegada de los barcos de ruta, los usuarios se amontonan para abordar un taxi… cuando sólo tres o cuatro están disponibles, pese a que los mismos taxistas son conscientes del importante número de personas que requieren de este medio de transporte al regresar de Cancún.