Quintana Roo

A nadie preocupa el estado del arrecife...

Por Salvador Canto

A pesar del grave problema que enfrentan los arrecifes de Quintana Roo por la enfermedad conocida por los especialistas como “síndrome blanco”, que de manera acelerada está provocando una mortandad en diversas especies de corales, hasta el momento no ha habido ningún pronunciamiento de las autoridades de turismo y mucho menos de los prestadores de servicios náuticos, que son los que más explotan este segmento mediante las actividades de snorkel.

Y es que, como bien se ha informado, el Caribe mexicano encara la mayor mortandad de corales de los últimos años, lo que recrudece la situación de crisis en la región ante la inminente llegada masiva del sargazo a sus playas.

Expertos de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales (UASA) de Puerto Morelos, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, han externado su preocupación por esta problemática que cada vez avanza más.

El síndrome blanco son lesiones con áreas irregulares del esqueleto coralino expuesto, sin tejido vivo, y sin patrones de expansión en bandas o interface coloreada entre el esqueleto expuesto y el tejido sano.

Estas lesiones son producidas por microorganismos patógenos y producen pérdida de tejido coralino, dejando expuesto el esqueleto del coral. Son diferentes y no se deben confundir con el blanqueamiento coralino, el cual es una condición fisiológica del coral, causada por estrés, y que no produce por sí misma pérdida de tejido coralino. Con mayor incidencia en colonias masivas y de tipo folioso.

Son al menos 20 de 45 especies de corales las que se han visto afectadas por dicha enfermedad, cuyo rápido avance y efecto preocupa a la comunidad científica, quienes tratan a toda costa de buscar qué es lo que está ocasionando este problema y sobre todo, la manera más concreta para poder combatirlo.

Pero este esfuerzo se centra únicamente en la parte científica y mediante instancias como la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp), e incluso del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca), que tratan de unificar criterios para buscar una pronta solución a algo que está afectando gravemente a los corales.

Sin embargo, en la parte turística, ninguna autoridad ha externado alguna preocupación al respecto y ni mucho menos los propios empresarios, que son los que explotan esta actividad al llevar a miles de turistas al año a los arrecifes.

Lo anterior demuestra una completa apatía de las autoridades, que así como actúan ante otras situaciones que afectan al turismo, deberían hacer lo propio porque se está afectando al recurso natural que es uno de los principales aliados en materia turística.