De la Redacción
CHETUMAL, 19 de marzo.- En el interior de un taller automotriz fue ejecutado a balazos un mecánico originario de Honduras, al parecer también dedicado al narcomenudeo. El sitio se ubica en la colonia Francisco J. Mújica, a dos cuadras de las instalaciones de la Policía Estatal Preventiva y a espaldas de la unidad habitacional de la Secretaría de Marina.
“No me mates wey” fue lo único que Mario Geovanny O. B., alias “La Yuri”, logró decir antes de ser ejecutado aparentemente de dos disparos, uno directo a la cabeza y otro en la espalda en el interior de un taller mecánico ubicado en la calle Marciano González entre Belice y Héroes.
Todo ocurrió aproximadamente a las 11:00 de la mañana, cuando dos gatilleros llegaron a bordo de una camioneta de la marca Dodge tipo Journey de color blanco, completamente polarizada con una de las calaveras faltante, y después de que descendieron, uno de ellos se dirigió directamente hacia la persona de Mario Geovanny.
Una vez que se encontraba cerca de su objetivo, el sicario accionó dos ocasiones un arma de fuego, dando en la espalda y cabeza de Mario Geovanny, mismo que cayó al suelo, donde perdió la vida detrás de un vehículo que se encontraba en el interior del taller.
Una vez que privaron de la vida el hombre, los pistoleros se dieron a la fuga a bordo de la camioneta en la que llegaron. Versiones vertidas en el lugar de los hechos señalan que los sicarios llegaron a la avenida Belice y doblaron hacia la avenida Insurgentes, saliendo justo frente a las instalaciones de la Policía Estatal Preventiva, ubicada a dos cuadras del lugar de la ejecución.
Resulta importante señalar que, aparentemente, el hombre se dedicaba al narcomenudeo y a reparar los vehículos de algunos integrantes del crimen organizado.
Después de los hechos, las operadoras del número de emergencias recibieron varias llamadas en las que les informaron de lo ocurrido; sin embargo, les mencionaron que los sicarios se trasladaban en un vehículo blanco, el parecer Tsuru blanco con cofre negro, pero las primeras investigaciones derivaron en que las características reales del vehículo eran diferentes.
Por toda la ciudad, las fuerzas del orden desplegaron operativos de búsqueda y localización, primero del Tsuru blanco y después de la camioneta Journey, pero no se reportaron detenidos relacionados con los hechos.
En el lugar, elementos de la Policía Municipal se quedaron resguardando el predio.