
Un poderoso terremoto de magnitud 8.7 estremeció este martes la península de Kamchatka, en el lejano oriente de Rusia, convirtiéndose en el sismo más fuerte registrado a nivel mundial desde el devastador terremoto de Tohoku, Japón, en marzo de 2011.

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El movimiento telúrico, que duró más de siete minutos, ocurrió durante la mañana del miércoles, hora local, y generó ondas sísmicas que activaron alertas de tsunami para varios países y territorios ubicados en la cuenca del Pacífico.
Alerta por tsunami en múltiples regiones del Pacífico
Tras el sismo, el Centro de Observación de Kamchatka emitió una advertencia a la población para alejarse de las zonas costeras. Poco después, autoridades de Japón, Hawái, Alaska, Guam y la propia Rusia también activaron sus sistemas de emergencia ante la posibilidad de un tsunami, aunque hasta el momento no se han confirmado afectaciones mayores ni olas destructivas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) actualizó inicialmente la magnitud del sismo de 8.0 a 8.7, lo que lo posiciona como uno de los más fuertes en más de una década. También es el primero con una magnitud igual o superior a 8 desde el año 2021.
Comparaciones con el terremoto de 2011 en Japón
Expertos de sistemas de monitoreo sísmico, como SkyAlert, destacaron que este evento es comparable en intensidad con el ocurrido el 11 de marzo de 2011 en Tohoku, Japón, que alcanzó magnitud 9.1 y provocó un tsunami que dejó miles de muertos y el desastre nuclear de Fukushima.
Aunque el epicentro se localizó en una zona remota y poco habitada de Rusia, las autoridades locales se mantienen en alerta ante posibles réplicas y efectos secundarios, especialmente en áreas costeras vulnerables.
Seguimiento y monitoreo en curso
Organismos internacionales como el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico y agencias sismológicas continúan analizando los datos para verificar riesgos potenciales. Las alarmas se mantendrán activas hasta nuevo aviso, en tanto se afinen los cálculos y se evalúe el comportamiento del mar.
Hasta ahora, no se han reportado víctimas fatales ni daños estructurales significativos, pero el evento sirve como un recordatorio de la constante actividad sísmica en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas más activas del planeta.
JGH