De la redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 02 de mayo.- Visitantes de la playa de Punta Esmeralda se llevan una mala impresión, ya que este sitio sigue siendo refugio de muchos vagabundos y borrachitos que acuden para embriagarse y a altas horas de la tarde pierden inhibición y comienzan las peleas, dramas, asaltos, robos, e incluso hacen del baño a la intemperie.
Por la escasa vigilancia policiaca, será difícil que se aleje la delincuencia y los excesos que bañistas locales cometen en la playa de Punta Esmeralda, por lo cual se necesita una mayor presencia de las autoridades y un acceso óptimo para mejorar la seguridad, opinaron ciudadanos.
Bañistas lamentan que las personas sigan siendo hostigadas por los vagabundos. “Viene mucho borracho en Punta Esmeralda, a las cinco de la tarde se encuentran un 70 por ciento de gente borracha, solo llegan a tomar y decirle cosas a las mujeres. Ha habido intentos de violación, de asaltos, los borrachos terminan ahí, no quiero que mi esposa y mi hija vayan, pues las molestan, y se pone peor los domingos, porque llegan muchos delincuentes a embriagarse todo el día”, afirmó U. G. H. B., trabajador de 29 años de edad, también habitantes de la colonia Luis D. Colosio.
Según información de la Policía Municipal, se registran hasta 20 solicitudes de auxilio a la semana, por parte de ciudadanos en este ojo de agua dulce, así como de entre 5 a 10 arrestos de sujetos por faltas administrativas, sin contar los casos en los cuales los rijosos o asaltantes logran escapar corriendo en la zona de manglar.
Asimismo, muchos de ellos se ponen impertinentes y se muestran renuentes ante las llamadas de atención de los agentes de la policía municipal, policía turística, personal de Protección Civil e incluso Zofemat, quienes llegan a retirar a perros de la zona de arenales, pero sus dueños siempre se niegan, a pesar de que está prohibido ingresar con mascotas.
“Siempre vemos peleas, robos, hasta golpeados que salen de entre la maleza, y empeora cuando anochece, pues no hay lámparas y comienzan a caminar grupos de maleantes buscando víctimas. Llega la policía, pero muchas veces no pueden hacer nada”, dijo R. H, originario de Campeche.