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Quintana Roo

Reubicación del Cereso sigue estancada

Por Yolanda Gutiérrez

Pese a la imperiosa necesidad de reubicar el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún en otra zona más alejada de los núcleos habitacionales, y aun cuando ya se contaba con un proyecto que contemplaba construir la nueva cárcel en las inmediaciones de Leona Vicario, dicho proyecto quedó cancelado por el Gobierno Federal a finales del 2015, después de que Juan Ignacio Hernández Mora, titular del Organo Desconcentrado de Readaptación y Prevención, fuera destituido de su cargo tras la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán del penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez.

Y tal parece que a las autoridades no parece importarles en lo absoluto que en las inmediaciones del Cereso de Cancún se ubiquen dos centros educativos, el Jardín de Niños Tzolkin y la Escuela Primaria Carmen Serdán, lo que queda en evidencia por el hecho de que, normalmente, la policía no avisa de manera oportuna a los docentes sobre los altercados que se generan al interior, sino que son los mismos maestros quienes toman las medidas oportunas en estos casos al escuchar el alboroto, aullar de sirenas o balazos, según sea el caso.

El personal docente conoce ya los protocolos de seguridad que se deben seguir en los planteles en caso de motín, fuga o balacera, y al primer indicio de algún problema en el penal, se procede a hacer entrar a los estudiantes en sus salones, cerrar puertas y ventanas y mantenerlos ocupados, entretenidos, hasta que las aguas vuelven a su cauce.

En reiteradas ocasiones directivos de ambas escuelas han señalado que los niños están más seguros en los planteles, pero los padres de familia están en todo su derecho de acudir por ellos si lo consideran conveniente.

“Lo malo es que, en ocasiones, los papás, en lugar de llevar al niño a la casa, se quedan al chisme y eso puede ser más arriesgado que dejarlos en el plantel”, aseveró un mentor de la primaria Carmen Serdán.

El ambiente es denso, ante los motines, revueltas e intentos de fuga, a los que los vecinos, a su pesar, ya están acostumbrados, pero la gota que colmó el vaso fue el intento de ejecución de Raúl M.A., alias “el Sincler”, a una cuadra escasa del penal y ante la vista de numerosos testigos, que en esos momentos desempeñaban sus actividades cotidianas.

Ante este panorama, vecinos de la región 99, el punto más cercano a la cárcel, así como residentes de Barrio Maya, Villas del Caribe, Villas Cancún y la Región 102, desde la avenida López Portillo hasta la Ruta 4, consideran que viven en riesgo permanente y de nueva cuenta solicitan a las autoridades la reubicación del Cereso a otro punto alejado de los núcleos habitacionales, ante el peligro latente que representan para ellos los motines, balaceras y posibles fugas de reos que pudieran suscitarse.

Lamentablemente, el proyecto de reubicación del Cereso a terrenos aledaños a Leona Vicario, para el cual se contemplaba una inversión inicial de 300 millones de pesos, fue cancelado por el gobierno federal.

A raíz de la fuga del “Chapo” Guzmán se hicieron algunos cambios en la administración federal, y Juan Ignacio Hernández Mora, quien estaba a cargo del proyecto, fue destituido como comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, dependiente del Comisionado Nacional de Seguridad, y por ende, el proyecto de reubicación del Cereso quedó atorado y hasta la fecha no parece haber el menor interés en reactivarlo.

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