Por Lusio Kauil
JOSE MARIA MORELOS, 8 de junio.- Muchos jovencitos se desvelan, pero no precisamente por cumplir una tarea, sino por ver qué tiene el vecino de valor o que les pueda ser útil, para que se apropien de ello sin el menor pudor.
El día de ayer, poco después de las 5 de la mañana, a un joven se le hizo fácil entrar a una propiedad para ver qué sacaba de valor en ese lugar para vender.
Sin embargo, no contaba con que, en esa propiedad donde había ingresado, localizada en un callejón que da sobre la calle Gonzalo Guerrero, de la colonia San Antonio Tuk, el dueño ya estaba más que despierto y activo.
Así que, al menor movimiento que hizo el chico para agenciarse de algunos objetos de valor dentro del terreno, fue avistado por el propietario y, por ende, el chicuelo sigiloso echó “reversa” y se subió a un árbol que estaba dentro del mismo predio, con la idea de hacerse el “perdidizo”.
Pero el dueño del lote, “con ojo de águila”, logró divisar al jovencito de apenas 17 años, encaramado en una de las ramas del frondoso árbol. Para evitar que los vecinos del lugar lo bajaran y le dieran “su calentadita”, él habló por teléfono a la policía para que acudieran a bajar al muchacho.
En cuestión de minutos llegó al lugar la patrulla 133 con varios elementos y estos procedieron a dialogar con el jovencito para que bajara del árbol, y le hicieron ver que si llegaba la gente de la colonia lo iban a “tranquear”.
De manera muy amable, los elementos le ordenaron: “¡Bájate hijo! ¡Eres un bebé apenas! Si llega a verte la gente, tranqueado te va hacer aquí”.
El joven descendió sin mayores problemas, y los elementos lo subieron a la patrulla y lo trasladaron a la guardia de la Policía Preventiva, donde seguramente después habrán llegado sus padres para rescatarlo.
En los últimos meses se han visto muchos jovenzuelos que se mantienen de vagos en las calles, y cuando han tenido la oportunidad, han sorprendido a la gente, muchas veces, a plena luz del día, y se han llevado sus pertenencias.