Por Miguel Améndola
TULUM, 14 de julio.- Pese a que se han conformado comisiones para echar andar un plan ordenado sobre el servicio del transporte en lo que respecta a la carretera Tulum-Boca Paila no se ha tenido ningún avance para dicho control, puesto que sigue prevaleciendo la anarquía total.
Todos los estratos de la sociedad tienen conocimiento del origen de la problemática que persiste en esta franja costera, pero dichas alternativas no mejoran la circulación en la zona.
Uno de los principales problemas es la falta espacio de la propia vía pública, del cual, se han apoderado diferentes establecimientos entre hoteles y restaurantes.
Esta situación ya ocasionó una tragedia como la muerte de Eva, la pequeña niña inglesa que perdió la vida de forma trágica al ser aplastada por un camión que transportaba cemento en esta carretera el pasado 22 de abril.
Pese a ese precedente y a pesar de que distintos sectores como organizaciones, profesionistas, empresarios y autoridades ya se han reunido en por lo menos dos ocasiones, hasta el momento no se ha observado algún indicio de que esto pueda mejorar.
Se sigue observando una anarquía por parte del servicio de transporte, los negocios no sólo están apoderados de lo que serían las aceras sino también parte de la carretera con los letreros que colocan y tampoco hay espacios para la movilización de peatones y ciclistas.
Asimismo, hay tramos en esta carretera donde el tamaño de la anchura no llega ni a los seis metros, lo que imposibilita incluso, el paso de un vehículo por carril.
Otra situación que entorpece la movilización vial es la presencia de proveedores que ingresan y brindan una diversidad de servicios, pero se estacionan sobre esta estrecha calle y afectan el tráfico.
Si bien, esta temporada vacacional se ha visto marcada por la ausencia de turismo por el efecto del sargazo, se espera que se planifique una estrategia para desahogar el tránsito en esta importante vialidad de la zona turí