Quintana Roo

Declarados traidores al pueblo

De la Redacción

CHETUMAL, 8 de julio.- La diputada panista Eugenia Solís Salazar, junto con los diputados José de la Peña Ruiz de Chávez, Santy Montemayor Castillo y Tyara Schleske de Ariño, todos ellos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), encabezan el nuevo “muro de la ignominia” que dedicaron a la XV Legislatura los galleros, ganaderos, toreros, palqueros, caleseros, criadores de aves de combate, dignatarios y familias de comunidades mayas, entre otras personas que se dedican y/o apoyan las corridas de toros y peleas de gallos en la entidad.

Éstos han alzado la voz contra estos diputados por considerarlos traidores, que quieren acabar con las tradiciones y costumbres de las comunidades mayas y pueblos indígenas, así como por querer exterminar miles de fuentes de empleo que dependen de estas actividades populares.

También están los diputados del PRI Raymundo King de la Rosa, Elda Candelaria Ayuso Achach, José Luis González Mendoza; la diputada del PES Silvia de los Ángeles Vázquez Pech y los legisladores independientes Juan Ortiz Vallejo, Teresa Sonia López Cardiel, el expriista Juan Carlos Pereyra Escudero y el experredista Emiliano Ramos Hernández, por haber aprobado al vapor y sin criterio la prohibición de las corridas de toros y peleas de gallos en Quintana Roo, motivo por el cual fueron exhibidos en una manta durante la megamarcha que se realizó el pasado 2 de julio.

Este puñado de 12 diputados se han ganado el repudio de quienes se dedican, disfrutan y/o dependen de estas actividades populares, quienes los acusan de querer atentar contra las tradiciones, costumbres y empleos de miles de quintanarroenses, pero también por violar la Constitución Mexicana en su artículo segundo, luego de que aprobaran de manera irresponsable una medida que afectará drásticamente la forma de vida de las comunidades mayas y pueblos indígenas de la entidad, sin hacer un estudio de impacto y sin siquiera haberles consultado.

La diputada panista Eugenia Solís Salazar, junto con los diputados del PVEM José de la Peña, Santy Montemayor y Tyara Schleske de Ariño, son los que encabezan el “muro de la ignominia” o también llamado “muro de la infamia” o “de la vergüenza”, que es como lo bautizaron cientos de personas que estuvieron en la marcha de esta ciudad capital.

Los galleros, ganaderos, toreros, palqueros, caleseros, criadores de aves, novilleros, artesanos, representantes ejidales, así como dignatarios y familias de las comunidades mayas, reconocen a este grupo de legisladores como los principales impulsores y defensores de la Ley de Protección y Bienestar Animal, sobre todo en lo que concierne a la prohibición de las corridas de toros y peleas de gallos, pues aseguran que se trata de una propuesta ociosa, sin criterio y hecha al vapor, que no fue consensuada al interior de la XV Legislatura y tampoco hubo consulta pública ni análisis previo, sino que únicamente se hizo para intentar tapar y pretender justificar su mediocre trabajo legislativo.

También han tildado de ignorantes y traidores a estos diputados, ya que aseguran que éstos no conocen su entorno ni las comunidades, porque todo el tiempo que han estado en el cargo se han dedicado a enriquecerse detrás de un escritorio, sin visitar ni trabajar en favor de su pueblo y, ahora, se sacan de la manga una medida irresponsable que condenará las tradiciones, costumbres y actividades económicas de miles de familias y de comunidades enteras.

De aprobarse la polémica prohibición, se dice que los diputados condenarán a su fin a más de 20 mil empleos directos e indirectos, además de acabar con más de 200 ferias y festejos populares que año con año dan sustento a comunidades enteras, especialmente en la Zona Maya, que es una de las más marginadas y abandonadas de la entidad.

Desaparecerán más de 200 eventos taurinos y de gallos que se hacen anualmente en casi una treintena de comunidades; entre fiestas patronales, charreadas, jaripeos, así como una gran diversidad de ferias y festejos populares propios de cada región, sobre todo en la Zona Maya, que es la más marginada y olvidada del estado.

Los diputados también se convertirían en los verdugos de unas 500 mil aves de combate y más de un mil toros de lidia que se crían en Quintana Roo, animales que tendrían que ser sacrificados por su naturaleza salvaje y extremadamente territorial.

El desconocimiento de las leyes ha sido característico de la presente legislatura, demostrando que los quintanarroenses tienen unos diputados ignorantes y que no tienen ni la más remota idea de dónde están parados, ya que al aprobar la polémica prohibición también violaron el artículo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el cual se reconocen, protegen y garantizan los usos y costumbres de los pueblos indígenas, quienes tienen derecho a decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.

Se ha dicho que la Ley de Protección y Bienestar Animal será sometida a consulta pública y posteriormente se va a modificar, especialmente en el artículo que prohíbe las corridas de toros y peleas de gallos, pero la rodea la incertidumbre porque no se sabe si la actual legislatura podrá lograr el consenso que se necesita o si la tarea quedará para la próxima XVI Legislatura.