Quintana Roo

Decomiso de cocaína, trasfondo de ejecución múltiple

De la Redacción

CHETUMAL, 1 de agosto.- La pérdida de 200 kilogramos de cocaína, decomisados por el Ejército Mexicano en la selva cercana a la comunidad El Gallito, municipio de Bacalar, luego del hallazgo de un narcojet King Air 300 en los límites con Campeche, es el trasfondo de la ejecución múltiple del pasado miércoles, en la que 8 sujetos fueron masacrados y 2 resultaron heridos en la carretera federal 307, en el tramo Limones-Felipe Carrillo Puerto.

Miembros de la familia que fue masacrada por al menos cinco sicarios del crimen organizado formaban parte de la estructura que presta apoyo logístico para el aterrizaje de narcoavionetas y narcoaviones en el sur de Quintana Roo, así como para la descarga y traslado de la droga hacia las zonas de llegada, según las primeras investigaciones de autoridades federales.

Y la droga que fue decomisada el pasado domingo por elementos del VII Regimiento de Caballería Motorizada, adscrito a la XXXIV Zona Militar, forma parte del pago en especie que reciben estas estructuras de apoyo de los narcotraficantes, que las comercializan en el mercado local del narcomenudeo.

En el caso de los 200 kilos de cocaína hallados en 20 paquetes escondidos en 9 costales en la selva cerca de El Gallito, el Ejército Mexicano informó en un comunicado que alcanza el valor de 47 millones 575 mil pesos en el mercado negro de la droga, por lo que con su aseguramiento se afectó de manera significativa a las organizaciones criminales.

De modo que tres días después del aseguramiento, y un día después de que el Ejército Mexicano informara sobre la cantidad de la droga decomisada y su valor en pesos, se produjo el ataque del crimen organizado, que resultó en la ejecución de 8 sujetos y la lesión de 2 que se salvaron de perder la vida, por su relación con la pérdida de esta importante cantidad de droga.

Mientras las primeras investigaciones se realizan, se supo que la familia a la que pertenecían al menos seis de los objetivos del ataque de los sicarios es originaria del estado de Veracruz, pero con muchos años de haber llegado a asentarse en la localidad de Limones, municipio de Bacalar.

Además, se averiguó que entre los ocho sujetos que fueron ejecutados, uno de ellos presuntamente asesinó a un “ganadero” hace cuatro años en el poblado Limones, sitio considerado como un centro operación de narcotraficantes que se dedican al recale de droga en las costas de Xcalak a Majahual y hasta Punta Herrero.

Se trata de Pablo S. B., quien junto a otro sujeto apodado “El Guerrerense”, en mayo del 2015 presuntamente asesinó a un supuesto ganadero en el poblado Limones, después de lo cual huyó con rumbo desconocido, y apenas el 30 del mes de julio del presente año retornó a la comunidad.

Un día después de su reaparición en la localidad, el miércoles 31 del mes de julio por la mañana, iba con su familia presuntamente a limpiar una parcela ubicada en las cercanías del poblado Limones, a bordo de una camioneta Dakota doble cabina color rojo, cuando fueron rafagueados por un comando armado de más de cinco sicarios que iban a bordo de dos camionetas Lincoln, en la carretera federal 307.

Pablo S. B. era uno de los sujetos que murió al interior de la cabina doble de la camioneta Dakota, junto con sus hermanos y otros parientes: Ricardo S. B., que era el chofer; Félix S. B., y David S. S.

Otro de los occisos que cuenta con antecedente penal es Salomón M., quien hace como 14 años fue detenido en la comunidad Limones por el delito de secuestro.

Sin embargo, dentro del proceso penal que enfrentó entonces en el Juzgado Penal, el Ministerio Público no pudo demostrar su culpabilidad, por lo que años después el juez lo dejó en libertad por falta de elementos.

Lo cierto del caso, es que la comunidad de Limones desde hace muchos años es conocida como centro operación de narcotraficantes que se dedican al recale de droga en las playas de la Costa Maya, en el sur de Quintana Roo, y también como centro de distribución hacia los mercados de narcomenudeo del norte del estado.

De hecho, toda la droga que recala en las costas de Xcalak hasta Punta Herrero, pasando por Majahual, es rescatada y trasladada a Limones para su resguardo, y de ahí se reparte hacia los diversos puntos de la entidad, sobre todo Cancún y Playa del Carmen.

Lo anterior lo favorece su estratégica y ubicación geográfica, porque es el punto de paso obligado para acceder desde la carretera Chetumal-Cancún a la carretera Cafetal-Majahual, por la cual se llega a los destinos de playa del sur del estado cuando se viaja desde la zona norte, y por lo mismo también es paso obligado para los que se dirigen de la Costa Maya hacia Tulum, Playa del Carmen y Cancún.

Pero en los últimos años es cuando los grupos criminales empezaron a enfrentarse entre ellos en busca del control de la plaza.

Y ahora la zona de Limones prácticamente se ha convertida en zona de guerra entre los narcotraficantes, pues apenas el pasado 25 de julio del año en curso, el presunto narcotraficante Adalberto I. M., alias “El Negro”, por muchos años considerado el principal acopiador de droga de recale en la zona, fue ejecutado por tres sicarios al servicio del crimen organizado en la entrada de la comunidad Limones, cuando circulaba a bordo de su camioneta.

Casi una semana después ocurrió la múltiple ejecución que cometió un comando armado de más de cinco matones que viajaban en dos vehículos, caso que de acuerdo con las primeras investigaciones de autoridades federales, está ligado al aseguramiento de 200 kilogramos de cocaína, luego del hallazgo de un narcojet en la zona limítrofe con Campeche el pasado fin de semana.

Por otra parte, llamó la atención que en el lugar de los hechos se dijo que los sicarios huyeron en sus camionetas Lincoln rumbo al sur de Limones, pero a pesar de eso no se montó ningún operativo de las corporaciones policiales para la búsqueda de los sicarios en los tramos carreteros de los municipios de Bacalar y Othón P. Blanco, sino sólo en Felipe Carrillo Puerto, al norte de la población.

Asimismo, se supo que la partida de la Policía Rural que estaba asentada en el poblado Limones fue trasladada a la comunidad Chacchoben, en la vía corta Chetumal-Mérida, según los habitantes porque el delegado no daba ningún apoyo a los policías.

Por ello es que actualmente los residentes de esa comunidad no cuentan con vigilancia policial, lo cual ha facilitado la operación de los sicarios del crimen organizado, que con total libertad han actuado en sus últimos hechos de sangre.

De hecho, en el caso de la múltiple ejecución del pasado miércoles, ocurrida a un kilómetro al norte de Limones, la violencia y el descaro de los sicarios dejó en evidencia la nula seguridad en la población y en las carreteras cercanas a la zona, ya que el tiempo utilizado por los sicarios para cometer la masacre fue mucho.

Testimonios recabados señalan que los emisarios de la muerte descargaron sus armas largas tras emparejar sus vehículos a la camioneta donde viajaban los 10 sujetos, y luego de que éstos se salieron de la carretera, posteriormente los matones bajaron de sus unidades y remataron a los heridos que se movían, para luego huir sin ningún contratiempo hacia el sur.

Esta situación ha sembrado un profundo temor entre los habitantes de Limones, ya que según sus testimonios, los disparos de arma de fuego se escuchan casi todos los días en los alrededores del poblado, sobre todo por las noches.

Hoy en día muchas familias prefieren no salir a las calles una vez que entra la noche, por cuestión de seguridad, y más ahora que el poblado ya no cuenta con policías.

Por otro lado, se informó que las personas que sobrevivieron el ataque del comando armado ocurrido ayer como a un kilómetro de Limones ya fueron dados de alta, y que ya rindieron su declaración ante el fiscal del Ministerio Público.

Mientras que los familiares de los ochos muertos se presentaron ante la agencia del Ministerio Público destacamentada en la ciudad de Bacalar para reclamar los cuerpos de sus familiares.