Por Yolanda Gutiérrez
Pese a las extrañas condiciones climáticas registradas el domingo, con cielo medio nublado, temperaturas promedio de 28 grados centígrados y vientos del este y sureste de 18 a 27 kilómetros por hora, con rachas de 37 a 46 kilómetros por hora y olas de 1.20 a 2.13 metros, las principales playas de nuestro destino reflejaron el domingo una buena presencia de bañistas, que predominaron especialmente en los arenales “de” los hoteles, mientras que en algunos balnearios públicos la afluencia de usuarios fue menor.
A lo largo de la costa, especialmente en las playas consideradas como “altas”, esto es, desde Gaviota Azul hasta Delfines, lenguas de mar ingresaban repentinamente en los arenales, provocando que se mojasen las pertenencias de los bañistas que se instalaron más cerca de la orilla, en tanto que las rachas de viento impidieron que los prestadores de servicios abriesen las sombrillas que no estaban ocupadas.
Los mismos guardavidas calificaron como peligrosas para practicar el nado las condiciones de los balnearios públicos Gaviota Azul, Marlín, Ballenas y Delfines, en virtud de las fuertes corrientes y resacas que se registran en estos días, en tanto el personal del Grupo de Rescate Acuático de Protección Civil no se da abasto para avisar a los bañistas del riesgo que corren si se alejan más de unos pocos metros de la costa, pues podrían ser jalados por las corrientes o caer en una poza.
Los guardavidas advirtieron que en la mayor parte de las ocasiones estos percances se suscitan por la misma negligencia de los bañistas, muchos de los cuales hacen caso omiso a las advertencias de no introducirse al mar en las zonas peligrosas e ignoran las banderas rojas que indican que determinados tramos de playa están cerrados, motivo por el cual invitaron a los usuarios a consultarlos para estar informados de cuáles son las áreas seguras.
Advirtieron que durante los últimos días el oleaje es bastante intenso aunque ideal para la práctica del surf, lo que, aunado a la resaca, que es bastante fuerte, podría arrastrar mar adentro a aquellas personas que no saben nadar bien, e incluso expertos nadadores podrían tener problemas, motivo por el cual recomendaron a los bañistas extremar las precauciones.
Del mismo modo, los guardavidas manifestaron que las asistencias que se atendieron desde las vacaciones de Navidad hasta la fecha fueron por lo general a causa de la negligencia de los mismos bañistas, que pese a las advertencias hacen caso omiso de los silbatos y gestos de los elementos de Rescate Acuático que intentan conminarles a que se dirijan a zonas seguras, muchas veces sin respuesta positiva.
Tras llevar a cabo un recorrido por las principales playas del destino se observó que en Gaviota Azul fue donde se encontró un mayor número de bañistas, en su mayoría turismo extranjero y nacional, quienes ocuparon los servicios que se ofrecen en tanto que otros simplemente se instalaron en el tramo de arena que mejor les pareció.
Trabajadores de los clubes de playa que se ubican a ambos lados del acceso a Gaviota Azul manifestaron que los días en que las rachas de viento son fuertes no permiten que las sombrillas permanezcan abiertas a la espera de ser rentadas, por lo que sólo se extienden en el momento en que un cliente las solicita, aunque deben tomar todo tipo de medidas para evitar que un golpe de aire se las lleve volando.