Por Lusio Kauil
LA PRESUMIDA, JOSE MARIA MORELOS, 13 de enero.- Hace un año aproximadamente don Francisco Tut y Uc vivía apaciblemente en un predio que le había donado su madre doña Basilia Uc, ubicado atrás de la telesecundaria Manuel Llanes Pasos.
En ese predio don Bote, como conocen más en el poblado a don Francisco, había construido dos casas de paja; aparte el gobierno le había regalado ahí un pie de casa.
Aparte sus hijos casados habían levantado en el mismo solar sus casitas de paja para que pudieran estar con sus familias y compartir los gastos de algunos servicios como el agua y energía eléctrica.
Pero esa tranquilidad en la que vivía con Francisco con sus hijos en el predio que le había donado su madre se desvaneció, pues su propia progenitora determinó donar de nuevo el terreno donde vivía el con sus familia e hijos a su hermana, la señora Dalia Isabel.
Don Francisco dijo que ignora la razón por la cual su madre cambió de parecer, muy a pesar de que años atrás le había dado ese predio con documento firmado por el entonces comisariado ejidal Venancio Aban Mejía y por dos testigos.
Dijo ayer, durante un encuentro con este medio informativo, que su hermana vive en Cancún y ahí ella tiene una casa de dos pisos, y por tanto no tenía necesidad de un terreno en La Presumida; pero quizás por ambición y por algún tipo de arreglo monetario convenció a su madre para que le cediera el predio.
Francisco Tut y Uc recordó que cuando doña Basilia acudió al ejido para firmar otro documento del predio a nombre de Dalia, le hizo ver que ella le había dado, de buena voluntad, ese mismo predio años atrás, sin embargo, expresó que su madre se hizo la desentendida.
Dio a conocer que cuando su hermana fue al predio le dijo que a partir de ahora ya no era el dueño, pero podía seguir viviendo ahí y pagar los servicios, lo que hizo fue irse de ese lugar, y a sus hijos les dijo que cada quien viera dónde irse.
Don Francisco y su esposa fueron a encomendarse con su nuera Suemy Chimal y ahí estuvieron varios meses hasta que hace unos quince días decidieron fomentar un predio que les dio el ejido en pagos.
El predio de 20 por 45 se encuentra por el cementerio de la comunidad de La Presumida. En este improvisaron un tinglado con lona y bolsas de nylon y en el viven actualmente.
Según dona Juanita de Dios Acosta, esposa de don Francisco, la gente del pueblo les ha ofrecido casas con agua y luz para que vivan, pero, observó, no lo han aceptado porque se sienten más cómodos viviendo en el tinglado, porque saben que es de ellos el predio.
En ese terreno, ubicado casi en el monte, don Bote va a construir una palapa el próximo sábado, de hecho ya tiene cortada casi la mayoría de la madera que va ocupar para levantar la casita.