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Quintana Roo

Falta atención en el hogar

Las nuevas tecnologías y la modernidad, han propiciado que día con día los padres dejen a sus hijos relegados y ensimismados en los aparatos electrónicos, mientras ellos no se involucran en su crecimiento, sentimientos y desarrollo, donde posteriormente se dan casos lamentables como el sacudió al País hace unos días, donde un menor mató a su maestra, hirió a sus compañeros y se quitara la vida, declaró Carlos Omar Castillo Noh, vicario del Santuario Mariano Diocesano.

“Esta situación nos hace ver cómo está nuestra sociedad, la debilidad que existe en las familias también, hay muchas familias fracturadas, nos hace falta pedir y orar por las familias, pero también seguir luchando para que la base de nuestra sociedad se recomponga”, señaló.

Dijo que se pueden dar muchas posturas, señalar lo que llevó al pequeño a tomar semejante decisión, pero finalmente, él niño es lo que sabe lo que tenía en su interior, lo que sufría y padecía.

“Se supo que sus papás no vivían con él, vivía con sus abuelitos, y ciertamente los abuelos hacen un buen trabajo, peor no les corresponde, y así como ese, hay otros casos similares, donde hay una desobligación por parte de los adultos impresionante”, indicó.

Mencionó que el ser padre también significa estar ahí, pendiente de su crecimiento, desarrollo, su guía, el preguntar cómo se sienten, cómo están en la escuela, sus amigos, sus actividades, y lo primordial es darles amor, cariño, comprensión y atención.

“Es posible que la evolución tecnológica tiene que ver con la desatención, porque les dejan celulares y tabletas, y eso que nosotros siendo adultos cometemos errores con esos aparatos, un niño qué sabrá hacer, y eso nos distrae de nuestras responsabilidades, y en las familias ya es común tener entretenidos a sus hijos en eso, mientras ellos viven otras cosas”, subrayó.

El mensaje de la iglesia para las familias que se están fragmentando, es que dejen de lado su egoísmo, que se reconcilien, que estén muy pendientes de los menores, y no esperar a que ocurran situaciones desagradables e incluso lamentables para abrir los ojos.

“Hace falta acercarse a Dios, ahora muchos toman los matrimonios como un juego, hay ausencias entre las parejas, cuando deben estar juntos por amor, fortalecer sus lazos y transmitir esa paz a sus hijos, no dejarse dividir ni dejarse llevar por todo lo tecnológico, porque finalmente son aparatos, y esos nunca van a suplir el amor”, concluyó.

(Texto: Dayana Alcalá /

Fotos: Ignacio Morales)

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