Por Eva Murillo
Habitantes del municipio Felipe Carrillo Puerto trabajan en armar una estrategia legal para impedir que el Tren Maya pase por ese territorio, informó Ángel Sulub, del centro comunitario U kúuchil k ch’i’ibalo’on.
“Estamos analizando y pensando en posibilidades legales. Vamos a dar batalla en todos los frentes posibles. Como pueblos originarios tenemos derechos a luchar por el respeto y defensa de nuestro territorio”, expuso.
Reconoció que en las comunidades mayas hay grupos a favor y en contra del proyecto, pero lo atribuye a que quienes han levantando la mano en apoyo a esa propuesta es porque no cuentan con información que les permita ver la realidad.
“Estamos conscientes de que hay mucha gente en el municipio y en el territorio que está a favor de este proyecto pero también estamos conscientes de que están a favor porque no existe una información sobre los impactos que tiene este proyecto sobre nuestro territorio, no se conoce cuál es el impacto al medio ambiente ni cuál será a largo a plazo en cuestiones de violencia e incremento de inseguridad, tampoco el impacto de la urbanización que está prevista en todo este corredor del Tren”, resaltó.
También hay cosas que no se visibilizan, como la cantidad de las personas que están en contra y a favor de la vida y que están conscientes de los “graves daños” que traerán para el estado de Quintana Roo.
“El tren apuntala el turismo masivo, que conocemos lo devastador que es para el medio ambiente y para nuestra propia identidad como pueblos mayas”, destacó.
Prevén que el Tren Maya abonará a que empeore la actual situación de inseguridad que hay en el municipio y que el año pasado dejó como resultado 12 homicidios, algo inusual en la zona relacionadas al narcotráfico.
“Teniendo ese panorama nos damos cuenta que el apuntalamiento del turismo masivo puede traer una descomposición social más grave de la que está viviéndose”, consideró.
Esta realidad es invisibilizada por el gobierno con el discurso de crecimiento económico y desarrollo turístico, que aunque fuese real no favorece las condiciones de vida del pueblo maya.
“Tiene que haber claridad real de lo que conlleva el proyecto del tren, porque sabemos que no conlleva sólo el transporte, sino otros proyectos que van a articularse en torno a eso. Son necesarios estudios reales”, resaltó.
A inicios de este mes un Juez Primero de Distrito de Campeche concedió la suspensión definitiva de la construcción del Tren Maya, a indígenas mayas y choles de la población Xpujil, municipio de Calakmul, quienes emplearon ese recurso legal porque sus derechos fueron vulnerados al no haberse hecho una consulta popular del proyecto.