Por Eva Murillo
Sergio Oceransky de Fundación Yansa informó que preparan un litigio climático a escala peninsular en relación con los planes que tiene el gobierno federal para construir tres obras de gasoducto, con el fin de aumentar la cantidad de gas que van a transportar a la Península de Yucatán y la construcción de dos centrales termoeléctricas, una en Mérida y otra en Cancún.
Ante los representantes de diversos colectivos indígenas y ambientalistas de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, a quienes llamó a unirse al litigio, explicó que las consecuencias de este proyecto será que la matriz energética de la Península esté comprometida por lo menos 30 años, con el uso de combustibles fósiles que son “sumamente contaminantes”.
Para evitar que lleguen a terminar estos gasoductos y centrales termoeléctricas, se está proponiendo presentar una demanda colectiva, suscrita por muchas personas de pueblos originarios y de zonas urbanas, en donde se reclame la cancelación del gasoducto y las termoeléctricas”, abundó.
“Se trata de gas que será traído de Estados Unidos, porque el gobierno dice que allá es más barato, y ese gas es extraído con la técnica de fractura hidráulica, la cual provoca escape de gases de metano en la atmosfera y hay estudios que demuestran que el ciclo de vida completo de la producción de energía con gas metano es peor que con carbón”, abundó.
Es momento de pensar en el uso de energías renovables, que incluso, si se trabajan en conjunto con las comunidades puede ayudar a que haya prosperidad en los pueblos.
“Es transición y una opción válida y viable desde el punto de vista económico, porque las técnicas de energía renovable están más baratas”, dijo.
Recordó que hasta ahora el contrato que ya se otorgó es para la primera parte del gasoducto y que corresponde a la zona de Tabasco.
El que corresponde a la Península de Yucatán aún no ha sido entregado y antes de que eso ocurra deben ingresar el amparo ante las autoridades correspondientes para evitar que el proyecto continúe.