Por Yecenia González
Rostros con evidente preocupación e incertidumbre se han convertido en el común denominador en las terminales del Aeropuerto Internacional de Cancún.
Por un lado, se encuentran los pasajeros que permanecen varados en espera de poder regresar a sus ciudades de origen, mientras que trabajadores que viven diariamente de las propinas que dejan los miles de pasajeros que recibe Cancún, están viviendo hasta con 100 pesos diarios.
Desde que inició la contingencia de salud por la pandemia del virus COVID-19, el movimiento en el Aeropuerto Internacional de Cancún comenzó a sufrir cambios drásticos.
La declaratoria de pandemia tomó por sorpresa a miles de turistas que se encontraban vacacionando en Cancún en ese momento y así comenzó el calvario para muchos.
Poco a poco, varios países fueron cerrando sus fronteras, complicando el regreso de los turistas que se enfrentaban a un panorama incierto, al no saber en cuánto tiempo podrían regresar a sus casas.
Argentinos, cubanos, ecuatorianos, peruanos, entre muchos otros, tuvieron que esperar en el Aeropuerto Internacional de Cancún a que salieran los vuelos que tenían ya programados.
Sin embargo, comenzaron las cancelaciones y la desesperación comenzó a apoderarse de los turistas, quienes pedían a sus gobiernos que los apoyaran para poder regresar a casa.
Hasta el día de ayer, aún podían verse turistas internacionales en espera de regresar a sus países, sobre todo, más de mil 500 turistas de nacionalidad argentina que siguen en espera de poder ser repatriados.
Los turistas nacionales también han sufrido contratiempos, pues los vuelos con destino a la Ciudad de México, Toluca y Monterrey han sido cancelados.
Algunos corren con suerte y las aerolíneas reprograman los vuelos y logran salir el mismo día, aunque más tarde.
En esa situación estaban ayer varias familias, parejas y personas que viajaron solas, que tuvieron que esperar varias horas para poder salir rumbo a la Ciudad de México.
Pero los rostros de incertidumbre y preocupación no sólo pueden verse en los turistas, pues quienes han sido afectados también por la pandemia son aquellos trabajadores que dependen únicamente de las propinas que reciben diariamente de los turistas, como los maleteros.
Los maleteros que se distribuyen en las diferentes terminales aéreas siguen acudiendo a laborar, en espera de poder obtener algún ingreso para sus familias, aunque la remuneración está muy por debajo de lo que normalmente reciben en una temporada vacacional.
Y es que aunque los maleteros que perciben un salario dejaron de acudir en esta crisis, igualmente el flujo de efectivo sigue siendo insuficiente para quienes viven sólo de las propinas.