Por Karina Carrión
COZUMEL, 8 de marzo.- Mientras unas mujeres conmemoraron este domingo 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, otras estarán sumándose al paro nacional #UnDíaSinNosotras a realizarse este lunes 9 de marzo. El resto, optarán por trabajar como un día cualquiera, debido a que son asalariadas y en otros casos, si no trabajan, no comen ellas y sus hijos, por lo que consideraron que esa es la mejor manera de levantar la voz para ellas.
Una postura fragmentada en opiniones fue lo que encontró Por Esto! Quintana Roo, en su corresponsalía de Cozumel, durante un recorrido que realizó en diversos puntos del municipio previó a la realización del llamado paro nacional al que se ha convocado a toda mujer mexicana, a fin de que las autoridades de diversas dependencias volteen a ver cada uno de los casos de las mujeres asesinadas en crueles circunstancias en la mayoría de los casos que han trascendido a nivel nacional.
Sin embargo, la postura de apoyo limita a miles de mujeres que dependen de un salario mínimo y que en otros casos, son el único sustento económico en sus hogares y para sus hijos, por lo que faltar a su jornada laboral representaría una afectación severa a sus ingresos.
Al menos así lo consideró Nelly Bellos Cano, empleada de un negocio de belleza para damas, por lo que refirió que “tengo que trabajar debido a que la realidad es que los jefes no están obligados a pagarnos el día si faltamos, porque aunque se dijo que nos apoyarían sin que se nos castigue, la realidad es que tampoco se pagaría la semana completa, lo que resulta complicado para quienes trabajamos en negocios que no son empresas grandes y donde si no trabajamos, no comemos”.
La entrevistada refirió que eso no significa que no estén de acuerdo con las actividades que se realicen “pero la realidad de las cosas es que no existe una ley que obligue a las pequeñas empresas a considerar dicha fecha como día inhábil o que en otros casos no se genere una afectación al salario y bueno, acudiremos a trabajar de manera normal, pero en mi caso portaré el color alusivo al movimiento”.
Contrariamente, Wendy Beatriz Meneses, trabajadora doméstica, y Martha Isabel Castro Itzab, vendedora ambulante, coincidieron en que para ellas es más importante laborar este día como lo hacen de manera habitual, porque le guste o no a la sociedad, la mujer juega un papel fundamental en la vida cotidiana; sin embargo, el hecho de que sean llamadas a no trabajar, sólo les restaría el trabajo de “igualdad” que han logrado tener hoy en día, dijeron, pues en el caso de Beatriz Meneses, manifestó que además de que sería imposible que no acuda a su trabajo, el llamado a estas manifestaciones o paros nacionales, excluyó a quienes dependen de un salario o que son trabajadoras y madres de familia con hijos que criar porque consideró que “no me imagino a todas las enfermeras saliéndose de los hospitales para irse a las manifestaciones y dejando a cientos de enfermos. Creo que deberíamos de buscar otras maneras de manifestarnos aprendiendo a ayudar a quien lo necesite antes de que sufra de algún acto de violencia que le prive de la vida, opinó.
Mientras tanto, Castro Itzab, dijo que tiene 37 años laborando y contrario a las feministas, agregó que “en lugar de manifestarnos con un día sin trabajar, deberíamos de tocar las puertas de la mujer o conocida que sabemos, pudiera estar pasando algún problema o tipo de violencia y entonces ayudarla y acompañarla, incluso a buscar asesorías que permitan garantizar la recuperación de su valor para decir, ¡Basta Ya!. ¿Qué quiero decir? bueno, no me niego a apoyar este paro nacional, pero la realidad y a mi parecer es que logramos más demostrando que estamos concientes de la equidad por la que se ha luchado. La verdad es que en mi caso, como el de muchas otras mujeres, si no trabajamos, nadie, absolutamente nadie, nos vendrá a dar la comida. Es medio tonto pensar en no trabajar un día. Para mi la mejor manera de manifestarme es demostrando que puedo y estoy decidida a seguir luchando por mi vida y la de mis siete hijos, por los que nadie más verá o moverá un solo dedo.
Por su parte, América Arévalo, empleada de una tienda de ropa, resaltó que tendrá que trabajar, pero aprovechó para pronunciarse como “toda una feminista, así soy 100 por ciento, pero la realidad es que por el trabajo no podré sumarme al paro nacional porque en realidad dependo de mis ingresos, pero saliendo de trabajar trataré de sumarme a todas las actividades que se estén haciendo”.
En su opinión, la joven consideró que “si una persona ve algún tipo de violencia: sea física, verbal, sexual o incluso laboral, y si ésta se queda callada en lugar de hacer algo, se convierte en cómplice y dejan solas a las mujeres que en pleno siglo XXI, siguen padeciendo de éste tipo de cosas. Es importante que quienes así puedan hacerlo se sumen a las acciones del paro nacional porque la realidad de las cosas es que las manifestaciones pacíficas no han dado resultados en ningún estado y en el caso de las manifestaciones, según “violentas”, hay hombres y mujeres que sólo se dedican a juzgar, pero no ven el propósito principal que es llamar la atención para que las autoridades volteen a ver a la madre a la que le mataron a la hija. Al varón que se quedó sin su hermana por un homicidio. A los pequeños que no volverán a ver a su mamá porque el papá o alguien más le privaron de la vida. Tantos casos al día que son archivados por la falta de eficiencia e interés de las propias autoridades encargadas supuestamente de esclarecer estos casos”.