Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 25 de abril.- Una realidad desesperante viven comisionistas de Cozumel, al no haber turismo no hay ganancias, y no hay dinero para la familia, todo por una pandemia cuyos estragos económicos y turísticos nunca antes se habían sentido en la isla de Cozumel, lo actual es algo histórico.
Rogelio Chan Nájera, de 54 años, con 36 años de radicar en Cozumel y una historia laboral ligada a actividades bancarias y al turismo, es actualmente líder de los comisionistas que laboran en el parque Benito Juárez.
Desde su perspectiva ninguna contingencia se compara con los efectos de COVID-19, “lo que pasó en el 2009 con la famosa influenza (H1N1) no fue tan drástico como ahora. En ese tiempo bajó el turismo, pero no tanto como actualmente, en ese entonces sí había lo básico para los alimentos, y se fue recuperando el turismo”.
Recuerda que la influenza del 2009 presentó un escenario difícil de algo que no se había experimentado hasta entonces, por ser diferente en efectos con los de un ciclón o huracán.
Sin embargo, remarca que lo de COVID-19 es mucho más lesivo, “porque muchos estamos sin trabajo, no sé si el gobierno tenga un plan para ayudar a las personas que están debidamente organizadas, no solamente a nosotros, sino a toda la gente que se dedica a ser comisionista que se puede decir que son trabajadores informales. En el caso de nosotros no somos informales porque pagamos un permiso al gobierno municipal”.
Desconoce si el gobierno vaya a implementar un programa de apoyo a la gente por haber perdido su trabajo como sucede en el estado de Yucatán, donde dice que están pagando poco más de 2 mil 500 pesos mensuales a los que perdieron sus fuentes laborales, y que las autoridades en aquella entidad han implementando un programa para los prestadores de servicios turísticos.
Respecto a si han recibido algún apoyo de empresas para las cuales venden servicios y ganan una comisión, reconoció que de esas compañías no les han proporcionado ninguna ayuda.
En cuanto a los 45 comisionistas de la agrupación, apuntó que subsisten con los ahorros que pudieron reunir, pero la misma dinámica de gasto sin ingreso diario, ha hecho que esos ahorros se reduzcan y estén a punto de terminarse por permanecer más de un mes sin generar ganancias.
En la agrupación incluyen a comisionistas, capitanes de embarcación, marineros, vendedores, que atraviesan por una etapa muy difícil, aunque admite que hay otros sectores que viven igual las penurias a causa de los efectos de esta contingencia sanitaria.
En su caso cuatro personas dependen directamente de él, pero tiene compañeros de los que dependen hasta seis personas.
Su principal mercado de trabajo son los turistas que vienen de Playa del Carmen, ya sean nacionales o extranjeros, y algunos cruceristas.
A veces ganaban de 300 a 400 pesos al día, y en picos altos podía llegar a los 500 pesos, sólo que ellos se hacen cargo de sus gastos médicos por carecer de seguridad social, y cuando no hay turismo, simplemente no venden, y no generan dinero para sus familias.
No comparó los daños económicos y turísticos del huracán “Gilberto” en 1988 ni con el huracán “Wilma” en el 2005, a los del COVID-19, de lo de ahora dice “los que vivimos acá nunca habíamos pasado por esto”.