Mario Mata Godoy, originario de Guanajuato, quien llegó a la Isla hace 40 años en busca de mejorar su economía, narró que ha dedicado casi toda su vida a trabajar en plataformas marinas en diferentes compañías. Comentó que la vida de un plataformero es difícil, ya que este empleo los separa de muchas cosas, en particular de la familia. El exponer la vida aunado al peligro , latente en cada momento, no ha sido fácil para él, pero la necesidad es más grande y vale la pena sacrificarse por ellos ya que esta ocupación es mejor pagada que en tierra.
“He trabajado en diferentes compañías, algunas buenas y otras no tanto, este empleo me ha dado varias satisfacciones ya que he sacado a mi familia adelante, a mis hijos les he dado educación y una vida mejor, antes de 1983 se ganaba muy bien ahora las compañías te reclutan con menos salario y te dan contrato por uno o dos meses”, detalló.
“Como soldador tubero he trabajado mucho y casi toda mi vida me arriesgué en situaciones difíciles, el estar ausente de mi familia 14 o 28 días vale la pena cuando es bien pagado, los tiempos de antes se acabaron ahora ya nada es como antes, el plataformero derrochaba dinero ahora los tiempos cambiaron”, destacó.
Agregó que ahora que está desempleado espera en unos meses jubilarse y que en estos momentos sobrevive con unos cuartos que renta. Ante esta situación que tenemos ahora sobrevivimos como muchas familias, gracias a lo poquito que tenemos y nos alcanza para vivir.
“He escuchado que le brindan ayuda a los taxistas pero a los soldadores no, no nos han dado los créditos, sólo se lo dan a los empresarios; deberían de ayudar a todos los necesitados porque este virus está causando más pobreza en la Isla, no hay para cuando acabar” enfatizó.
(Texto y foto: Patricia Gómez)