Por Raimon Rosado
Para la iglesia católica de Quintana Roo, en el período de 70 días correspondiente a las tres primeras fases de la contingencia por COVID-19, existió falta de coordinación entre autoridades de los tres órdenes de Gobierno, sobre programas de apoyo para el pago de servicios hacia personas que perdieron sus empleos y estrategias para evitar que más gente dejara anticipadamente el aislamiento social, señaló el obispo de la Diócesis local, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
Al hacer un balance del periodo finalizado ayer domingo con el término oficial de la Jornada Nacional de Sana Distancia y el retorno paulatino alas diferentes actividades de la población, el máximo representante del catolicismo en nuestro estado, afirmó en primer término, una de las realidades más evidentes y palpables fue la falta de equipos de protección suficiente para salvaguardar la integridad de los trabajadores de salud, que han estado en la primera línea de atención a los enfermos, lo que ha ocasionado la muerte de más de diez ellos en la entidad.
“Los datos están ahí, no se pueden negar y por eso, no podemos estar muy satisfechos del manejo”, afirmó el prelado, quien señaló asimismo que otro aspecto sobre el que no se ha podido tener adecuada coordinación, es el correspondiente al semáforo de incidencia de la enfermedad.
Lamentó que hubiera sido directamente, desde el nivel federal, de donde viniera el compromiso de apoyar a los ciudadanos con descuentos y diferimiento en el pago de sus servicios de energía eléctrica, dadas las extraordinarias condiciones vividas en los últimos dos meses.
Señaló que independientemente de no ser declarada la celebración de culto religioso, como una de las actividades esenciales con oportunidad de reanudarse en un primer momento, como sí ha sucedido en otros países, el obispo Pedro Pablo Elizondo lamentó que al turismo, como principal motor económico de Quintana Roo y de gran importancia para el resto del país, no se le haya considerado, desde el ámbito federal, en este primer orden de reactivación.
“Es vital para nosotros que al turismo se le pueda declarar en un momento no muy lejano, como una actividad esencial en el sentido de que los visitantes puedan comenzar y hacer sus reservaciones de viajes y hoteles, a partir del momento en que las autoridades lo ordenen”, mencionó.
Por otro lado, calificó como positivo el hecho de que en dos oportunidades, las autoridades municipales y estatales, hayan realizado la entrega de despensas a la población, dada la enorme pérdida de fuentes e ingresos.
El líder eclesiásticoreprochó que durante la contingencia y más en los últimos días de la Fase 3, muchas personas no tuvieran la obediencia y disciplina requeridas para mantenerse en el aislamiento que ordenaron las autoridades, para mitigar aún más la incidencia de contagios del coronavirus, en lo que considera, influyó en gran medida la información oficial difundida, en ciertos momentos, sobre una “baja” en los niveles de la pandemia, lo que influyó en que la gente relajara sus medidas de prevención y se mantuvieran altos indicadores sobre la presencia de la enfermedad.