
Una perforación mal ejecutada durante los trabajos de instalación de fibra óptica en la avenida Chichen Itzá, a la altura de la colonia Donceles 28, provocó la rotura accidental de una tubería de agua potable en dos puntos, lo que derivó en una fuerte fuga de agua que agravó la inundación registrada en la zona.
De acuerdo con el personal que participaba en las labores, el croquis técnico señalaba que la línea de agua se encontraba a un metro de profundidad, sin embargo, la tubería estaba realmente a solo 60 centímetros, lo que ocasionó que fuera perforada durante los trabajos.
El incidente no solo generó un encharcamiento severo en la avenida, sino que además dejó sin suministro de agua potable a los habitantes del sector y provocó malos olores por el rebose de las aguas negras, sumando molestias a los vecinos que ya enfrentan problemas recurrentes de drenaje.

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Ante la situación, personal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Benito Juárez y de la empresa Aguakan acudieron al lugar paran supervisar y reparar los daños, así como para intentar contener la fuga y restablecer el servicio. Las labores se prolongaron durante varias horas, afectando la circulación vehicular en una de las arterias más transitadas del centro de Cancún.
Vecinos de Donceles 28 expresaron su inconformidad por la falta de coordinación entre las autoridades y las empresas contratistas, al señalar que los trabajos se realizan sin la debida planeación. “Primero sufrimos con las lluvias y las inundaciones, y ahora también con fugas por errores humanos”, reclamaron.
El hecho reavivó las críticas sobre la mala planeación urbana y la supervisión deficiente en obras públicas y privadas, que con frecuencia terminan afectando a los mismos ciudadanos.