Una abuelita de aproximadamente 70 años de edad sufrió la perdida de su domicilio, ubicado en el poblado de Francisco Villa, en la Ribera del Río Hondo, luego de que un hombre en presunto estado de ebriedad y bajo la influencia de sustancias ilícitas, quien se presume que es hijo de la dueña del inmueble, prendió fuego a la morada tras un arranque de ira.
De acuerdo con la declaración de las autoridades, los hechos sucedieron cerca de las seis cincuenta y cinco de la tarde.
Así pues, los testigos narraron que un individuo llamado Marcos, de 33 años de edad, había arribado al domicilio de su madre, cuando se encontraba en evidente estado de intoxicación.
Luego de presuntos reclamos por parte de su progenitora, el hombre habría agredido verbalmente a la abuelita, la cual le pidió al susodicho que se retirara del inmueble.
Molesto por los regaños, el hombre habría empleado un encendedor para echar fuego al techo del inmueble, el cual estaba compuesto en su mayoría por madera y guano, una palmera típica en el sur de Quintana Roo.
Inmediatamente, la vivienda empezó a ser consumida por las llamas, hecho que alteró a la familia de la abuelita y a los vecinos, los cuales llamaron a las autoridades. Más tarde, al lugar de los hechos arribaron elementos del Cuerpo de Bomberos y patrullas de la Policía Rural.
No obstante, el fuego ya había consumido gran parte del inmueble. En ese sentido, los traga humos se movilizaron rápidamente al interior del inmueble, pero, por fortuna, la abuelita había abandonado a tiempo su morada gracias a la intervención de los testigos.
En ese aspecto, los allegados a la víctima mencionaron a los elementos de seguridad la culpabilidad del susodicho, quien más tarde fue asegurado por los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), y dispuesto ante las autoridades de la Fiscalía General del Estado para su juicio (FGE).
La abuelita se encontraba destrozada por los daños a su domicilio, pues había sido el fruto de su constante esfuerzo y trabajo duro durante muchos años.
Por otro lado, los allegados a la familia revelaron que el culpable padecía de adicción a sustancias ilícitas, desde años atrás, hecho que poco a poco cambió su conducta hasta convertirlo en un hombre agresivo y agresivo, incluso para su misma familia.