Habitantes de la colonia 16 de Septiembre, considerado uno de los vecindarios con mayor grado de marginación en Calderitas, acusaron a la abuela paterna de América Celeste Palomeque de explotar sexualmente a su nieta desde que la agraviada tenía 12 años de edad.
De acuerdo con el testimonio de los vecinos y allegados a la menor de edad, América Celeste Palomeque creció en un seno familiar marcado por la violencia intrafamiliar y el consumo de sustancias ilícitas y bebidas alcohólicas.
La madre de la menor actualmente se encuentra en calidad de desaparecida, aunque se presume que vive escondida en la colonia Proterritorio.
América creció bajo la tutela de su padre Gilberto Palomeque, mejor conocido como “El Zapato”, su abuela paterna, cuyo nombre se encuentra desconocido, y su tío Pablo Palomeque, quien se presume cuenta con capacidades diferentes.
La joven era conocida desde pequeña como “La Piojos”, puesto que contaba con una apariencia sucia y desalineada, consecuencia de la irresponsabilidad de sus tutores.
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María Sánchez, vecina de la colonia, reveló que América fue obligada por su abuela paterna para comenzar en la prostitución desde que tenía 12 años, como una forma de satisfacer sus necesidades económicas.
Señaló que los vecinos a diario avistaban la presencia de hombres en el domicilio de la menor, hecho que al principio corrió como un simple rumor hasta que América, entre llanto y hartazgo, le confesó a una amiga cercana que “vendía su cuerpo” a los hombres para conseguir dinero:
“No culpó directamente a su abuela, pero dijo que alguien que creyó que la iba a cuidar la terminó obligando a hacer algo que no quería”, expresó la joven.
Inmersa y sin escape en la prostitución, América cayó posteriormente en el consumo de drogas.
Nubia Zetina, residente de la localidad, mencionó que la joven se caracterizaba por ser de complexión robusta y tener una personalidad alegre y feliz.
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Sin embargo, actualmente, a sus 15 años, América luce extremadamente delgada, con una apariencia cansada y una mirada pérdida.
La menor de edad es avistada de manera diaria mientras camina desde la avenida Campeche, calle principal de Calderitas, hasta la avenida Centenario a la altura de la colonia Santa María y Pacto Obrero.
Asimismo, suele caminar hasta Luis Echeverría y Laguna Guerrero por los mismos motivos.
Los recorridos suelen ser constantes, pues se le ha visto desde la nueve de la mañana hasta las cuatro de la madrugada.
Con base con la declaración de los testigos, la joven recorre diversas calles con el fin de ofrecer servicios sexuales para, posteriormente, comprar drogas o entregar el dinero a su abuela.
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Los vecinos señalaron que han pedido ayuda instituciones como al Grupo Especializado de Atención a la Violencia Familiar y Género (GEAVIG) y al Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF), sin embargo, hasta el momento no ha habido respuesta:
“Algunos vecinos han llamado al DIF y al Geavig, pero nadie ha venido a consignar el hecho. Es un caso triste, ninguna niña debería pasar por algo así, las autoridades están tardando en atender el caso, aseveró una allegada a la víctima”.
Por último, subrayaron que el caso es un fracaso de dichas instituciones, a las cuales no les importa el bienestar de los niños y jóvenes chetumalenses. Por último, afirmaron que el caso no es aislado, pues existen otras menores de edad que se dedican a la prostitución actualmente.