
El presidente municipal, José Luis Chacón Méndez, presentó su Primer Informe de Gobierno en un evento oficial que buscó destacar obras y acciones en beneficio de la población; sin embargo, gran parte de la ciudadanía considera que el discurso quedó lejos de reflejar un verdadero cambio para la isla.
Desde temprana hora, empleados del Ayuntamiento y funcionarios fueron trasladados en vehículos oficiales para ocupar los asientos del recinto. Testigos señalaron que la asistencia de ciudadanos a pie fue limitada y que, pese a los esfuerzos logísticos, quedaron visibles espacios vacíos, los cuales fueron llenados con estudiantes invitados de último momento. El evento inició con casi una hora de retraso.
En su mensaje, el edil destacó la remodelación y rehabilitación de parques, la atención a pozos de absorción para mitigar inundaciones y programas de pintura en espacios públicos. Además, anunció proyectos próximos, como la rehabilitación del rastro municipal, la construcción de domos deportivos y la mejora del alumbrado público. No obstante, para muchos habitantes estas acciones resultan insuficientes ante las necesidades que enfrenta la isla.
“Nos hablan de cambio, pero seguimos con las mismas calles dañadas, la inseguridad creciente y el hospital sin mejoras”, comentó Julia Cohuo, vecina del conjunto habitacional Emiliano Zapata.
El eslogan “Juntos transformando Cozumel” fue cuestionado en redes sociales, donde ciudadanos reprocharon que el edil atribuyera el rezago a “Gobiernos neoliberales”, sin asumir plenamente la responsabilidad de su administración.
El tema de seguridad fue uno de los puntos más criticados. Aunque Chacón aseguró que se trabaja de manera coordinada con los tres órdenes de Gobierno, no presentó datos que respalden una mejora en la percepción de seguridad. Por el contrario, la violencia de alto impacto y hechos delictivos recientes mantienen preocupada a la población y al sector turístico.
Para muchos cozumeleños, el balance del primer año de Gobierno es “regular” y no corresponde con las expectativas generadas durante la campaña. Algunos señalan sentirse defraudados, pues consideran que las promesas de cambio siguen sin materializarse en soluciones concretas para los problemas que afectan su vida diaria.
Desprotección y percepción social
Uno de los puntos más sensibles es la seguridad. En lo que va del año se han registrado homicidios y hechos de alto impacto que han elevado la percepción de riesgo. Vecinos de fincas y ranchitos reportan presencia de narcomenudeo y consumo de drogas indiscriminado, así como robos a casa-habitación.
A juicio de la ciudadanía, los programas de seguridad municipal no son suficientes para contener la ola delictiva. El informe menciona la coordinación con la Guardia Nacional y Marina para reforzar patrullajes, pero no se detallan indicadores de reducción de delitos ni estrategias a largo plazo.
“Queremos cifras claras de cuántos delitos se resolvieron, cuántas detenciones hubo, no sólo anuncios de operativos”, reclamó un líder vecinal.
Hasta la fecha se han contabilizado más de 70 casos de narcomenudeo, siete homicidios, más de 85 robos de motocicletas y 17 atracos a negocios, lo que ha generado preocupación entre la población. De igual manera, a pesar de que se obliga a comercios a instalar cámaras de seguridad para obtener su licencia de funcionamiento —lo que representa un gasto para los comerciantes—, esta iniciativa no ha resultado efectiva, pues los delincuentes operan con total impunidad.
Salud y atraso hospitalario
El hospital general opera con equipo obsoleto y limitada capacidad de camas para atender a más de 70 mil habitantes. El 25% de la ciudadanía no cuenta con servicios de salud básicos. Los pacientes acusan largas esperas y carencia de medicamentos.
La población también exige que se avance en la prometida ampliación del hospital del IMSS, cuya consulta ciudadana para la donación de un terreno ha generado inconformidad por dejar fuera a gran parte de la población.
En cuanto a servicios básicos, persisten problemas de apagones eléctricos que afectan hogares, comercios y hoteles, especialmente en temporada alta. La ciudadanía reclama una gestión más enérgica ante la CFE para evitar las pérdidas económicas que provocan los cortes prolongados.
Asistencia básica y costo de vida
En materia de servicios básicos, el 5% de la población no cuenta con agua potable, drenaje o saneamiento. El propio informe reconoce que, en la composición de la inversión FAISMUN 2025, que asciende a 52 millones 614 mil 3 pesos, el rubro de agua potable no recibió recursos asignados, mientras que drenaje y letrinas tuvieron una inversión mínima.
Cerca de 13 millones de pesos se invirtieron en pozos de desazolve, lo que la ciudadanía cuestiona, ya que cuando llueve las calles se inundan. Esto contrasta con la realidad de colonias que sufren rebosamiento de aguas negras y deficiencias en el suministro.
Además, el alto costo de vida en la isla es en promedio 30% más caro que en el continente, lo que golpea con fuerza a las familias que viven con ingresos cercanos al salario mínimo.
En el aspecto económico, el ingreso promedio de un cozumeleño es de 9 mil 792 pesos mensuales, lo que resulta insuficiente para cubrir la canasta básica. Comerciantes de colonias señalan que la derrama turística no llega de manera equitativa, mientras que las familias deben optar por trabajar jornadas más largas o recurrir a créditos para solventar gastos básicos.
Retraso formativo y seguridad social
El informe también reconoce brechas en materia educativa: el 11% de la población se encuentra en rezago. Aunque los indicadores generales de cobertura escolar son favorables, persisten focos de rezago en continuidad y permanencia, sobre todo en sectores marginados. La falta de programas de regularización y apoyo a estudiantes en riesgo de abandono preocupa a los padres de familia.
En cuanto a seguridad social, una parte importante de la población ocupada carece de cobertura en IMSS o ISSSTE, lo que la hace vulnerable ante enfermedades, accidente o desempleo. El Gobierno municipal asegura estar impulsando estrategias de formalización laboral, aunque los resultados todavía no son visibles.
Hábitat y desigualdad urbana
Respecto a vivienda, el 5% de las familias no cuenta con una vivienda digna. Aún existen hogares con techos endebles, pisos de tierra o condiciones de hacinamiento.
La existencia de Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) urbanas en 2025 confirma que se requiere focalizar inversión en polígonos marginados, no sólo en embellecimiento del centro turístico.
Turismo a la baja
Ante la poca promoción turística en los últimos meses, el arribo de cruceros ha disminuido hasta en un 10%, lo que causa preocupación en el sector empresarial y entre prestadores de servicios turísticos. La falta de apoyo gubernamental agrava la situación.
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Balance ciudadano
El primer informe de José Luis Chacón fue recibido con escepticismo. Para buena parte de la población, el mensaje oficial se centró en obras visibles y cifras de inversión, pero dejó sin respuesta los problemas estructurales que más afectan la vida diaria: seguridad, salud, servicios básicos y justicia social.
Los ciudadanos esperan que el segundo año de Gobierno no se limite a resaltar logros en imagen urbana, sino que atienda de manera integral las carencias que persisten en las colonias, la desigualdad en la distribución de la inversión pública y los factores que encarecen la vida en la isla.
“El Gobierno habla de transformación, pero en la realidad seguimos igual. Lo que queremos no son discursos, sino resultados”, expresó Diego Briceño, vecino de la colonia Emiliano Zapata.