Los niños convertidos en vendedores ambulantes en la Quinta Avenida de Playa del Carmen podrían ser “carne de cañón” de criminales ante la ola de violencia que impera; ante esta crisis de seguridad, prestadores de servicios turísticos demandan a las autoridades gubernamentales proteger a estos infantes y evitar que se expongan en la ruta del peligro.
Las autoridades municipales de Playa del Carmen no deben permitir que menores de edad se desplazan a lo largo de la Quinta Avenida para vender souvenirs, pulseras y collares de plata, porque exponen su integridad física ante la ola de violencia, los padres de esos menores deberían proteger a sus hijos pero hacen lo contrario. ¿En dónde están las autoridades que dicen proteger a los niños? comentó la ciudadana Magda Rodríguez Velázquez.
Todos los días vemos a menores de edad recorriendo la zona turística ofreciendo souvenirs a los turistas, es alarmante ver este escenario de explotación laboral, pero a la vez preocupante, porque a este nivel de violencia que se vive, ellos también están expuestos de ser alcanzados por una bala perdida, no se vale exponer a los niños, agregó la ciudadana Rodríguez Velázquez.
Los niños en la calle enfrentan riesgos graves como la violencia, al ser explotados por su propia familia, la falta de educación y problemas de salud física y mental, están expuestos a la discriminación, el abuso de sustancias y la exclusión social, lo que puede llevar a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, comentó Neftalí Gamboa Venegas, promotor de una agencia de turismo.
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Los padres de familia abusan de la inocencia de los menores y los utilizan como ambulantes, son vulnerables a la explotación sexual, al trabajo forzado y a la violencia física y psicológica por parte de delincuentes o de personas que los discriminan. Los menores experimentan depresión, ansiedad, trauma y estrés social, incluso algunos podrían llegan a tener pensamientos suicidas, agregó Neftalí Gamboa.
Por su parte, el ciudadano Ramón Salcedo, empleado en la zona turística, opinó que más que enseñar a trabajar a los menores, los exponen en las calles y que podrían ser víctimas de los criminales si no se atiende a tiempo, es preocupante y pese ello, las autoridades encargadas de proteger a los menores omiten asumir su responsabilidad de resguardarlos y buscar alternativas de ayuda.
Estos menores son estigmatizados y discriminados, lo que lleva a su aislamiento y a una exclusión social que impacta negativamente su bienestar, por lo visto las políticas públicas del gobierno en turno van en retroceso, concluyó Ramón Salcedo.