La familia de Sor María F. L., joven colombiana hallada sin vida el pasado 21 de julio en su domicilio en el municipio, pidió apoyo urgente a las autoridades mexicanas y colombianas para repatriar el cuerpo a Medellín, su ciudad natal. Sin embargo, más allá del auxilio económico, la madre de la hoy occisa ha manifestado dudas sobre la versión oficial, que señala que su hija se habría quitado la vida.
Desde Colombia, Beatriz Elena A. L., madre de la joven, a través de medios locales expresó su incredulidad sobre el presunto suicidio. “Hablé con ella un día antes de que muriera. Me dijo que estaba feliz, que ya casi le salían los papeles y que pensaba venir en diciembre a visitarnos. No tenía motivos para hacer algo así”, aseguró entre lágrimas.
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Según el reporte de la policía, fue Mauricio S. N., pareja sentimental de Sor María, quien reportó el hallazgo. El hombre, originario de Córdoba, Veracruz, declaró haberla encontrado colgada en el interior del domicilio que compartían, ubicado en la calle Alfa, cerca de la colonia Juan Ek. El caso fue reportado como suicidio, y al lugar acudieron elementos de la policía municipal y paramédicos, quienes confirmaron el fallecimiento.
No obstante, la familia insiste en que Sor María no mostraba signos de depresión ni atravesaba problemas emocionales. “Siempre hablábamos. Ella nos contaba todo. No creemos que se haya quitado la vida”, enfatizó la madre, quien ha comenzado a buscar respuestas ante lo que considera una muerte sospechosa.
Beatriz, de 62 años, enfrenta un obstáculo económico. Desde Medellín explica que no cuenta con recursos para trasladar el cuerpo, ni con acceso a oficinas consulares que la orienten. Por ello, solicitó apoyo al Gobierno mexicano, a la Embajada de Colombia en México y a organizaciones humanitarias que puedan ayudar a repatriar a su hija.
“Lo único que queremos es traerla a casa, darle sepultura digna y saber qué pasó en realidad. No tenemos dinero, no tenemos forma de viajar. Sólo pedimos ayuda”, concluyó.
El caso permanece bajo investigación de las autoridades locales, mientras la familia insiste en que se agoten todas las líneas antes de cerrar el caso como suicidio.
