
Durante la madrugada del domingo se registró una intensa movilización de cuerpos de seguridad en la ciudad, luego de que se reportara al número de emergencias 911 una presunta privación ilegal de la libertad de una mujer al interior de un motel, identificado como “Kamawua”, ubicado sobre la avenida Caba.
De acuerdo con los primeros informes, la llamada de auxilio fue atendida de inmediato y se activó el protocolo de seguridad conocido como “código rojo”, lo que provocó el despliegue de diversas corporaciones policiacas hacia el lugar señalado con el fin de salvaguardar a la presunta víctima.
Sin embargo, al arribar al motel, los agentes municipales se entrevistaron con la persona que realizó el reporte y comenzaron a indagar la situación. Tras las primeras pesquisas, se determinó que no se trataba de un caso de privación de la libertad, sino de un malentendido derivado de un tema sentimental.
El denunciante, un hombre joven, relató a las autoridades que momentos antes había observado cómo su pareja ingresaba al motel a bordo de una motocicleta en compañía de otro sujeto. Preso de los celos y en un estado de alteración, aseguró temer por la integridad de su novia y decidió comunicarse con los números de emergencia, describiendo la situación como un posible secuestro.

La reacción inmediata de los cuerpos de seguridad permitió descartar el riesgo en cuestión de minutos. Los agentes confirmaron que la mujer ingresó de manera voluntaria al establecimiento, lo que evidenció que el incidente no correspondía a un delito, sino a un episodio de infidelidad.
Una vez aclarados los hechos, tanto las autoridades como las tres personas involucradas optaron por retirarse del lugar. El caso generó comentarios entre vecinos y transeúntes que presenciaron la llegada de las patrullas, ya que el operativo llamó la atención debido a la magnitud de la movilización inicial.
Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía a hacer un uso responsable de la línea de emergencias 911, subrayando que reportes falsos o malintencionados pueden distraer recursos valiosos que deben destinarse a situaciones de verdadero riesgo.
Con este hecho, se recordó la importancia de mantener la calma ante situaciones personales y evitar alarmas que movilicen a las corporaciones de seguridad innecesariamente, pues la prioridad es responder a hechos que realmente comprometan la integridad de la población.