A tan solo unas horas de la capital campechana, en medio de la selva y el corazón del Corredor Biológico Balam Beh, se encuentra uno de los secretos naturales mejor guardados del estado: la Laguna Moku, también conocida como Laguna Mocú, un verdadero paraíso que deslumbra por sus aguas cristalinas, su riqueza ecológica y su valor histórico-cultural.
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Ubicada a solo 20 kilómetros del ejido Miguel Colorado, este espectacular cuerpo de agua forma parte de una Área Natural Protegida de más de 20 mil hectáreas en conservación, de las cuales 8 mil han sido destinadas específicamente al ecoturismo de bajo impacto. El sitio cuenta con miradores, palapas, senderos, y una enorme biodiversidad que convierte cualquier visita en una experiencia de conexión con la naturaleza.
Naturaleza en estado puro
El acceso a la laguna puede hacerse por vehículo, bicicleta, moto o cuatrimoto, lo que la hace ideal para aventureros de todo tipo. En su recorrido, los visitantes podrán encontrarse con monos aulladores, aves endémicas y una densa vegetación tropical. Desde su mirador de más de 20 metros de altura, se aprecia la laguna en toda su majestuosidad, un paisaje que podría confundirse con alguna reserva natural africana.
A los alrededores, también pueden explorarse tres cenotes cercanos: el Cenote Azul, el más grande y visitado; el Cenote Los Patos, famoso por su diversidad de aves; y el Cenote K41, con más de 100 metros de profundidad y hogar de miles de murciélagos. Todos estos espacios están rodeados de caminos rústicos que hacen del trayecto una aventura completa.
Legado cultural oculto
Como si la belleza natural no bastara, en la zona se localiza un yacimiento arqueológico poco explorado: la Zona de Mocú, registrada por el INAH desde 1931. Este asentamiento maya incluye 12 sistemas de plazas y montículos que alguna vez fueron edificaciones abovedadas. Su valor histórico permanece casi intacto, esperando a ser investigado y aprovechado para fines turísticos y educativos.
Llamado al impulso turístico
Aunque la Laguna Moku ya atrae a turistas que buscan experiencias ecológicas auténticas, los habitantes de Miguel Colorado aún esperan el respaldo de las autoridades para que este tesoro natural se proyecte como un destino turístico de alto impacto regional. Promotores como José Quintal Novelo han enfatizado la necesidad de invertir en difusión, infraestructura y servicios turísticos sustentables que impulsen la economía local y preserven el entorno.
Campeche posee maravillas naturales únicas como esta, y lugares como Laguna Moku son testimonio de que el estado tiene mucho más que ofrecer, no solo por su historia maya, sino por sus escenarios de ensueño que siguen esperando ser descubiertos.
¿Cómo llegar?
Desde la ciudad de Campeche, Miguel Colorado se ubica a aproximadamente 2 horas por carretera (carretera federal 180 hacia Champotón). Desde el poblado, la laguna se encuentra a 20.5 kilómetros
JGH