Yucatán

Necesario compartir con los necesitados

PROGRESO, Yucatán, 11 de noviembre.- “En la vida hay que compartir lo que poseemos, no seamos miserables ante los ojos de Dios es mejor ser generosos porque El sabe de lo que en realidad poseemos y lo que nos sobra”.

El Pbro. Miguel Angel Pech Alonzo, párroco de Nuestra Señora de la Asunción Poderosa de la comisaría de Chicxulub Puerto, dio a conocer en su homilía de este domingo que muchas personas se aferran a las cosas materiales, tienen mucha ropa en su closet, poseen grandes cantidades de zapatos, o de cosas que en realidad no le son de utilidad pero son incapaces de dárselas a los que en realidad están necesitados.

A Dios le gustan las personas generosas que comparten lo que poseen con los más necesitados, tal como lo dice el Evangelio de este domingo.

En aquellos tiempos el profeta Elías encuentra una mujer en tiempos de sequía, donde para todos son tiempos difíciles, para los pobres, y una viuda siempre lo es, son tiempos peores.

¿Qué puede hacer una viuda pobre con un hijo en tiempos de sequía? Nada más que esperar la muerte en cuanto acabe, con lo poco que queda del año anterior.

Eso es lo que está a punto de sucederle a esta viuda, pero el profeta le invita a compartir eso poco que tiene, la viuda debió pensar que total, daba lo mismo morir un poco antes que un poco después y con esa generosidad que sólo los pobres tienen a veces, compartió lo poco que tenía con el profeta.

La respuesta fue el milagro: ni el aceite ni la harina se terminaron, en el Evangelio tiene hoy dos partes la segunda se parece mucho a la historia de la viuda.

Frente a los ricos que donan mucho dinero al templo, hay una pobre anciana, viuda además, que echa apenas dos monedas, que poco sirve en realidad, aportación no importante para el templo.

Pero Jesús no valora lo que da la viuda desde la perspectiva económica sino desde otra perspectiva bien diferente, la anciana viuda ha dado mucho porque ha dado de lo que necesitaba para poder sobrevivir.

Debido a que su aportación en cantidad no es mucha, pero en generosidad tiene un valor incalculable, ambos casos son similares, no sabemos si al llegar a su casa la anciana viuda encontró su cartera de nuevo llena con lo suficiente para vivir.

Es necesario compartir lo que tenemos para tener una buena relación con Dios, como excusa para devorar los bienes de los pobres, de esta manera Jesús pone en contraposición dos actitudes ante la vida.

(Julio Jiménez Mendoza)