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Yucatán

Pensando con la Ciudad

Dra. en Arq. Yolanda Fernández Martínez ¿Cómo hacer realidad el “Plan Maestro de Movilidad Urbana Sustentable” (PMUS) para Mérida y su zona metropolitana? / Herramientas para la evaluación de la gestión municipal

III

De manera simultánea es importante establecer la relación entre las estrategias del PMUS, los alcances jurídicos de cada uno de los instrumentos normativos estatales y municipales, con la planeación de los recursos públicos. Una buena noticia es que en el Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021 recientemente aprobado por el Cabildo Meridano, los temas más recurrentes como parte de las consultas públicas y mesas de trabajo, fueron en torno a la sustentabilidad y la movilidad urbana. De manera tal, que será fundamental priorizar a las obras públicas que se ajusten a las estrategias del PMUS y que éstas a su vez sean vinculadas a la escala metropolitana y a la reestructuración de la COMEY. Toda vez que el instrumento de planeación municipal se convertirá en una herramienta para poder evaluar la gestión municipal desde la perspectiva de la movilidad urbana sustentable.

En días pasados se presentó en el Foro Internacional de Alianzas para Ciudades Sostenibles, en Ginebra, Suiza el Plan Maestro de Movilidad Urbana Sustentable (PMUS) para la ciudad de Mérida y, por lo tanto, la tercera y última parte de esta reflexión está orientada a destacar los alcances metropolitanos del PMUS y las herramientas para la evaluación de la gestión municipal. En las pasadas dos reflexiones se ha enfatizado que el PMUS es un documento de suma importancia para establecer a la planeación estratégica de la movilidad urbana sostenible como eje rector de la política pública y de gobierno. Sin embargo, la comprensión sobre cómo se desplazan las personas, los servicios y productos resulta prioritario para proporcionar estrategias que nos garanticen a todos, escenarios competitivos a largo plazo y sobre todo en el ámbito metropolitano.

En virtud de lo anterior, resulta necesario que en el proceso de restructuración de la Coordinación Metropolitana de Yucatán (COMEY), se tomen en cuenta en calidad de urgente las estrategias planteadas en el PMUS, toda vez que a la COMEY se le han encomendado dos cuestiones fundamentales de escala estatal: los temas relativos del desarrollo urbano y la cuestión del transporte público. Esto requiere de una coordinación entre los dos órdenes de gobiernos y las diferentes dependencias que intervienen en el crecimiento urbano, la autorización de los usos del suelo, la construcción y diseño de infraestructuras viales, así como todo lo relativo al transporte urbano. Es decir, es el momento en que todo lo que se haga y se autorice en la ciudad y en su zona metropolitana sea visto desde el mismo enfoque, desde la perspectiva de la movilidad urbana sostenible.

También es relevante destacar que en junio del año 2016 el municipio de Mérida firmó la “Carta de los Derechos del Peatón”, con el fin de “promover una cultura de respeto y una infraestructura urbana diseñada para las personas antes que para los vehículos”. Por lo que hay que sumar todos los esfuerzos que se han realizado para posicionar el tema de la movilidad urbana en el discurso político, para pasar de facto al emprendimiento de estrategias concretas que nos demuestren en el espacio público que efectivamente el peatón es primero; que el transporte público será el eje que transformará y mejorará la calidad de vida de las personas; así como garantizarnos a todos eficiencia urbana a través de que el crecimiento y la expansión de Mérida en sus bordes metropolitanos, esté supeditada al tema de la movilidad sustentable.

Asimismo, será necesario revisar la consistencia y sintonía entre las estrategias del PMUS con lo que establecen los instrumentos municipales como el Programa de Desarrollo Urbano de Mérida (2017) y el Reglamento para la integración de las personas con discapacidad (2002), así como con la normativa estatal: Ley de Transporte (1999 y su reforma de 2016) Ley y Reglamento de los Desarrollos Inmobiliarios (2010 y 2012), Ley sobre el Régimen de Propiedad en Condominio (2014), Ley y Reglamento de Tránsito y Vialidad (1980 y 2011) y Ley para la Integración de Personas con Discapacidad (1996), para establecer un andamiaje jurídico coherente que nos garantice la gobernabilidad en torno a la movilidad urbana sostenible, es decir, que todas y cada una de las dependencias municipales y estatales que tienen que ver con temas urbanos y metropolitanos, tengan claro que las estrategias del PMUS se tienen que cumplir en tiempo y forma. Asimismo, hay que enfatizar que todo lo que se autoriza en la ciudad y su zona metropolitana, debió pasar por un proceso administrativo a lo largo del cual los usos del suelo y las construcciones son evaluados según estos instrumentos normativos, por tanto, habría que analizar qué es lo que en su conjunto están generando para contribuir u obstaculizar el cumplimiento del PMUS.

De manera simultánea es importante establecer la relación entre las estrategias del PMUS, los alcances jurídicos de cada uno de los instrumentos normativos estatales y municipales, con la planeación de los recursos públicos. Una buena noticia es que en el Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021 recientemente aprobado por el Cabildo Meridano, los temas más recurrentes como parte de las consultas públicas y mesas de trabajo, fueron en torno a la sustentabilidad y la movilidad urbana. De manera tal, que será fundamental priorizar a las obras públicas que se ajusten a las estrategias del PMUS y que éstas a su vez sean vinculadas a la escala metropolitana y a la reestructuración de la COMEY. Toda vez que el instrumento de planeación municipal se convertirá en una herramienta para poder evaluar la gestión municipal desde la perspectiva de la movilidad urbana sustentable.

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