Delfín Quezada Domínguez
Entre peces y tiburones
En las albas de las nuevas esperanzas para todos los mexicanos con el inicio de la 4ª. Transformación en la historia de México, comenzaré también con una columna que pueda servir para el bien de las pesquerías en nuestro Estado. Las ocurrencias para ordenar el sector pesquero deben quedar para la historia, pues se ha hecho desde las instituciones relacionadas a la actividad todo lo humanamente posible para lograr ese gran paso. Sin embargo, lo que ha faltado para llegar a la meta han sido dos factores determinantes: vencer la impunidad, y, aplicar la justicia.
La columna que he titulado “Entre peces y tiburones”, consistirá en dar seguimiento crítico y propositivo a todo lo relacionado a la actividad pesquera y acuícola, abriendo e invitando a esta columna a todos los compañeros pescadores y acuicultores para aportar sus ideas y sus inconformidades, en su caso, para originar un verdadero avance en estos sectores. También, daremos a conocer a nuestros lectores, que les fascinan el mar y sus pescaditos, artículos relacionados a la cultura, la historia y la antropología de las comunidades pesqueras de Yucatán y su desarrollo.
Comenzaremos la columna “Entre peces y tiburones” con un primer avance enfocado al ordenamiento pesquero. Un problema histórico que resuelto abriría el camino para un desarrollo sostenible y sustentable de la actividad. Hablando localmente, aquí en Yucatán es un trabajo que da empleo a cerca de 20 a 23 mil personas de manera directa e indirecta. El regreso de la Secretaría de Pesca a nivel nacional, es el primer ofrecimiento que hace el ya Presidente Constitucional de México a los pescadores, mostrando la importancia que tiene el sector a nivel nacional “pues hoy en día no tiene el peso ni la posición jerárquica para poder interactuar con el Presidente de la República, para enterarlo de la situación” (Por Esto! 23/11/2018).
Entre las prioridades que tiene la nueva Secretaría de Pesca a nivel nacional y también a nivel estatal, está el ordenamiento, “ya que en los últimos años se ha permitido por la autoridad que los ilegales se vuelvan legales. Se ha permitido el desorden –continúa señalando Humberto Becerra Batista, presidente de la Canaipes nacional– desorden que hace que la pesca ilegal prospere. Destacó que han solicitado al nuevo Gobierno que haya cambio de personal, porque hay funcionarios que llevan 12 años en CONAPESCA, los cuales son parte del problema” (Por Esto! 23/11/2018). Algo que hace mucho tiempo he venido denunciando y que está registrado en muchos medios.
Pero sin salirnos del tema, afirmamos que se hace necesario más que interesante meter a puño fuerte este tema del ordenamiento, y una de las primeras acciones que deben tomarse en consideración es conocer y entender cuáles son las funciones de cada Institución o dependencia a nivel nacional, estatal y municipal que tienen injerencia directa e indirecta en la actividad pesquera, y también en la acuícola. Semarnat, Sagarpa, Inapesca, Secretaría de Salud, Secretaría de Marina, Sectur, Segob, presidentes municipales, policías estatales y locales, etc., son algunas de las instancias que deben ahora participar directamente en el soñado ordenamiento.
Que quede claro, los gobiernos estatales no pueden realizar directamente ordenamientos pesqueros, pues esa facultad por Ley Constitucional le corresponde a la federación, participando únicamente como instancia vinculante para cualquiera acción que se lleve a cabo en este aspecto. Existen varios caminos para que los Estados sean responsables directamente de sus pesquerías, algo que Conapesca nunca ha querido otorgar esa facultad a los estados ribereños. Por eso, aplaudimos fuertemente que la recobrada Secretaría de Pesca Nacional elimine ese coto de poder político y de amiguismo (Conapesca) para crear una verdadera confianza en el sector.
El objeto de todo proceso de ordenamiento pesquero es lograr concertar la definición de medidas apropiadas de manejo de cada pesquería; medidas que, articuladas a un proceso eficiente de administración y control de las actividades de pesca, deben resultar en una explotación racional y sostenida del recurso pesquero.
Algunas de las dependencias vinculadas al ordenamiento pesquero