Yucatán

Esperan buena cosecha de miel este año

La cosecha de miel 2018-2019 en Yucatán podría ser de 7,500 toneladas, como en el ciclo anterior, ya que las condiciones climáticas permiten avizorar que habrá miel de bejucos y enredaderas, advirtieron expertos en la materia.

Nelly Ortiz, directora de Abeja Planet, y Alberto Rosado, del Comité Estatal del Sistema-Producto Apícola, coincidieron en señalar que las condiciones climáticas de lluvia, humedad y calor han permitido la floración de bejucos y enredaderas, lo que propiciará que algunos apicultores hagan la primera cosecha de “limpieza” durante este mes.

“En noviembre empiezan las enredaderas y los apicultores que alimentaron sus colmenas con energético, pero además dieron la torta proteica de polen, podrán hacer su cosecha de limpieza para luego esperar al tajonal, si las condiciones son favorables, y luego al dzidzilché.

“En el Oriente, aquí en Sucilá, sí han habido las condiciones y creemos que habría limpieza para fines de mes o en enero, las enredaderas ya están. Ayuda que no hay mucho calor, pero parece que tendremos una cosecha favorable, pero como cada temporada hay menos colmenas, se pierden, no hay tanto recurso para mantenerlas y la hormiga xulab las ataca”, dijo Nelly Ortiz.

Tres años sin cosecha de bejucos

Por su parte, Alberto Rosado, de Tropical Honey, coincidió en que los efectos del clima permiten prever que las condiciones son favorables para iniciar la primera cosecha a fin de mes o quien logre alimentar a sus abejas con polen y azúcar podrá “aguantar” hasta el tajonal.

“Desde fines de octubre a mediados de diciembre tenemos la floración de los bejucos y enredaderas, pero tenemos 3 años que no se logra la cosecha de bejucos y enredaderas por los efectos del clima y por la hormiga xulab, que se las come, también la falta de recursos entre los apicultores; pero todo apunta a que sea como la cosecha anterior”, dijo.

POR ESTO! informó en su edición del 15 de julio que la cosecha de miel a escala comercial del 2017-2018 cerró con 7,500 toneladas en Yucatán, poco más del doble de lo que se obtuvo en la temporada anterior del 2016-2017, ya que aunque no hubo miel de enredaderas, bejucos ni tajonal, las lluvias permitieron que el dzidzilché dejara un buen volumen de miel en las colmenas, de acuerdo con datos de la Sagarpa.

De noviembre a junio del 2017-2018, que es el tiempo que abarca la temporada de cosecha, los acopiadores recibieron 7,500 toneladas de miel en el Estado.

Esta cosecha contrasta con las 3,500 toneladas del dulce que se obtuvieron de noviembre a junio del 2016-2017.

De acuerdo con información de acopiadores en el Oriente, Sur y Centro del Estado, la temporada de cosecha, de escala comercial, ya concluyó y el precio cerró entre 25 y 27 pesos por kilogramo. Sin embargo, en la temporada llegó hasta los 48 pesos el kilo de miel orgánica.

Políticas

Alberto Rosado, del Comité Estatal Sistema Producto Apícola, comentó que los apicultores podrían tener créditos de avío para lograr alimentar a sus abejas con azúcar y con polen, así como capacitar a los jóvenes con una beca para que puedan adoptar la actividad; hoy, la mayoría son adultos mayores.

“Vemos que vendrán muchas cosas buenas para la apicultura, se trabajó en un Plan Rector y de entrada estamos muy satisfechos que el nuevo Presidente Andrés Manuel López Obrador ya dijo que no habrá transgénicos, y que habrá un programa estatal y federal de fomento a la apicultura, no sólo de capacitación, sino de seguimiento y aplicación”, dijo.

Pendientes

El Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía ha informado que existe un decreto estatal que debería impulsar a la actividad; sin embargo, su aplicación sigue pendiente.

El decreto 537/2017, publicado en octubre del 2017, por el que se establecen las zonas apícolas del Estado de Yucatán para el fomento de su aprovechamiento racional, reconoce el declive de la actividad y enlistan acciones puntuales que debería hacer la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado.

En principio: actualizar el padrón de apicultores y generar un registro de organizaciones, empresas e instituciones involucradas en la actividad apícola. Además, apoyar con insumos y equipos a los productores apícolas, particularmente a aquellos orientados a la apicultura orgánica, prohibir la aplicación de agentes químicos sintéticos, así como el uso de organismos genéticamente modificados.

Promover la creación de una entidad certificadora de miel orgánica como tal, así como de los lugares donde se lleve a cabo este proceso. Así como promover la prevención y control de enfermedades que afectan a las abejas.

Fomentar la apicultura orgánica, el aprovechamiento de la abeja melipona y la comercialización de otros productos de la colmena. Impulsar la disminución de la brecha de género y el fortalecimiento de la igualdad salarial entre mujeres y hombres en el sector apícola.

Además promover que los procesos apícolas, desde la producción hasta la comercialización, se realicen de acuerdo con las normas de inocuidad, sanidad e higiene vigentes, implementando técnicas de control biológico y cooperando con las instancias legales en lo que corresponda.

Procurar la rehabilitación, modernización y apertura de nuevos centros de acopio de miel; fomentar la consolidación de la comercialización de los productos actuales; procurar la diversificación de la oferta por origen botánico y orgánico.

Fomentar la tecnificación de la producción y la reducción de los trámites para la gestión de proyectos y participar en la supervisión del proceso productivo para su correcto funcionamiento.

(Verónica Martínez)