I.M. Ortuno
Cuando queremos expresar un origen común que se diferencia de otros por ciertos accidentes que le son propios, y se designan por medio de un nombre particular, nos valemos de la palabra raza, pero ha de ser necesariamente hablando del hombre o de los animales.
Cuando intentamos clasificar los diferentes individuos, o los diferentes seres que pertenecen a un mismo género, nos servimos de la palabra especie, y la aplican a todo cuanto existe.
Sin embargo, como la costumbre de aplicar la palabra raza a los animales la hace parecer poco noble, se refiere comúnmente la palabra especie, hablando de los hombres y así se dice la especie humana, y no la raza humana; solamente para alentar las malas inclinaciones de una persona decimos que es de mala raza, pero aún en este caso aplicamos a la persona lo que creemos de mala raza, pero aún en este caso aplicamos a la persona lo que creemos propios de los brutos. Hablando en sentido figurado, una especie puede comprender diferentes razas, y por eso decimos: ¿Qué especie de animal es éste? —Un perro; ¿de qué raza? —Lebrel.
La palabra casta nos indica únicamente las diferencias accidentales que ofrece la especie humana en sus individuos, y que forman, por decirlo así, otras tantas clases diferentes. Pero como estos accidentes no constituyen especies diversas, pues consisten únicamente en el color, las variaciones del pelo, etc., nunca podrá usarse la palabra casta como sinónimo de raza o de especie. Además, la palabra casta parece que indica siempre falta de civilización o de cultura, o degradación de las facultades intelectuales.
Como la palabra casta designa las diferencias accidentales, y éstas nos indican muchas veces las inclinaciones naturales o adquiridas, nos valemos de ella para expresar la bondad intrínseca que cada especie de animales recibe de su origen.
Así decimos: “Este perro es de buena casta”, y por extensión, para manifestar el recelo que nos inspira una persona, despreciable. Al mismo tiempo, decimos también: ¿Qué casta de perro es éste? Y no faltará quien diga: ¿Qué casta de pájaro es éste?
Salario, estipendio
El salario es la cantidad fija de dinero que un patrón da al peón o trabajador en remuneración de tu tiempo empleado para su provecho.
La voz salario se deriva de la latina salarium, y ésta de sal, porque fue costumbre antigua dar en pago a los sirvientes domésticos y a soldados una cantidad fija de sal.
Por hoy es todo. Saludos.