Dra. Sylvia Zenteno RuanoAlerta Ciudadana
“A los amigos, justicia y gracia. A los enemigos, la Ley a secas”.-
Benito Juárez
Aunque algunos se la atribuyen a Porfirio Díaz…
El concepto de Justicia, la ubica como un conjunto de valores esenciales, sobre los cuales debe basarse el Estado y la sociedad, estos valores universales son El Respeto, La Equidad, La Igualdad y La Libertad. Así con mayúsculas y en negritas, son para ti, para mí, son para todas y para todos.
La justicia, en sentido formal, incluye el conjunto de normas codificadas que deben ser aplicadas por los jueces, en función de su capacidad otorgada por El Estado para impartir Justicia cuando estos valores y leyes son violados.
La palabra Justicia proviene del latín “Iustitia” y deriva del vocablo “Ius”, término fundamental del Derecho Romano, que fue definido por Juvencio Celso en el siglo I; como “el arte de lo bueno y de lo equitativo” al afirmar, en latín: “Ius est ars boni et aequi” que se refiere al conjunto de reglas y normas que conforman un ordenamiento jurídico en el marco de lo bueno y equitativo.
Por tanto, la Justicia depende de los valores de una sociedad, y de las creencias individuales de cada persona. El concepto permite denominar a una de las cuatro Virtudes Cardinales, LA JUSTICIA que supone la inclinación a otorgar a cada uno, aquello que le pertenece o lo concierne.
Pareciera, ante estas palabras, algo tan simple de resolver,…otorgar a cada uno aquello que le pertenece…en el marco de lo bueno y lo equitativo…, -¿fácil no?-, y sin embargo escuchamos permanentemente, todos los días, a cientos de miles de mexicanos clamando por las calles, auditorios y plazas públicas “Justicia…” “Justicia…” “Justicia…”
Será entonces que necesitamos desglosar un poco más los conceptos romanos de “Ius est ars boni et aequi”. “Lus” ya lo definimos como “el arte de lo bueno y de lo equitativo”, si le agregamos la referencia al “Ars” que se toma en el sentido de teckné -en griego, ?????-, se alude a un ‘saber hacer’ lo bueno “Boni”, por su parte, aludiría a aquello que es moralmente considerado adecuado o correcto. Y lo equitativo “Aequi”, a su vez, vendría a hacer referencia a la justicia aplicada a casos particulares y concretos,… Donde la balanza nunca ha de inclinarse hacia ningún lado, sino que considera a todos los actores como iguales ante la justicia.
En suma, el “Ius” hacía referencia, en la Antigua Roma AL CONJUNTO DE NORMAS BUENAS Y JUSTAS ELABORADAS POR LOS HOMBRES Y APLICADAS A LOS HOMBRES.
De “Ius”, a su vez, se derivan otras voces, como “Iudex, que significa ‘Juez’; “Iustitia”, Justicia; o “Iurisprudentia”, Jurisprudencia.
Entonces se aclara el panorama, lo que la gente de nuestro sufrido PUEBLO está reclamando es que la verdad de los hechos, no se incline hacia ningún lado…que se permita a todos los actores ser tratados ante la ley como iguales.
¿Mucho pedir? ¡Debería ser lo mínimo indispensable, para ser considerados ciudadanos! Y ¿entonces? Porque es necesario reclamar y clamar por este ¡DERECHO HUMANO FUNDAMENTAL!
Aquella frase de Juárez; “A los amigos, justicia y gracia. A los enemigos, la Ley a secas” seguramente es una de las más desafortunadas que haya podido emitir, pues nos conduce a pensar en la impunidad que se le puede permitir a los “amigos” -aun cuando cabe la posibilidad de que la autoridad otorgue cierto nivel de benevolencia hacia algunas personas-, otorgar la “gracia”, es de alguna manera otorgar un “don o favor que se hace sin merecimiento particular”, y se brinda como concesión gratuita, con relación a la amistad de alguien. Es un estigma para la prestación de un Derecho que corresponde equitativamente igual para todas y para todos.
Esto que se adjudica a Juárez, y en algunos textos a Porfirio Díaz, se hizo una costumbre, que sin ser Ley, tiene origen en el Medioevo europeo, donde se diferenciaba al pueblo llano, de los nobles que estaban exentos de impuestos, que gozaban de privilegios de orden penal y que no sufrían prisión por sus deudas. Esta horrorosa costumbre, en Europa tiende a la extinción, mientras en México se expande y cada vez con más cinismo.
Aquí “La Justicia” se regala, o se compra en “mercado libre” al mejor postor. Aquí en nuestro país ser diputado con “fuero” equivale a tener el poder de evitar un juicio político; ser “funcionario” es igual a tener capacidad “financiera” para integrar una carpeta de investigación con tan grandes “errores”, que se pueda lograr que “facinerosos” anden libres con bandera de inocentes, como hemos visto recientemente en el ámbito federal con una serie de lacras humanas que están en la calle. La lista de pillos a encarcelar incluye varios que recientemente fueron señalados por la revista Forbes como los diez más corruptos de México, entre ellos: Arturo Montiel, Humberto Moreira, Tomás Yarrington, Fidel Herrera, Carlos Romero Deschamps y muchos “distinguidos priístas” más.
El precio de la sentencia dictada por un “Juez”, previo “arreglo” con el Ministerio Público para integrar una carpeta llena de errores, que “obligue” al Magistrado a liberar al “presunto culpable”, es “según el sapo….la pedrada” puede costar desde unos miles hasta muchos millones conseguir esas liberaciones, incluso casarse con el abogado para salir libre ¿¡Verdad Elbita!?
Y entonces nos encontramos que una cosa es la “cínica verdad jurídica”, otra la “verdad histórica”, y otra muy pero muy diferente La Verdad justa y llana. No nos chupamos el dedo, no estamos hablando de lo mismo, los mexicanos y mexicanas que claman JUSTICIA, están pidiendo a gritos que se modifique la aplicación de La Ley, donde las carpetas de delitos se redacten correctamente, donde los delincuentes sean detenidos en el marco del respeto a los derechos humanos, sí, pero eficaz y eficientemente, sin contaminar las escenas del crimen para poder lograr posteriormente verdaderas investigaciones que lleven a la aprehensión indubitable de los verdaderos delincuentes, integrando carpetas reales y de acuerdo a las normas internacionales y nacionales que permitan finalmente que el que deba estar tras la rejas, ¡esté!
Lamentablemente aun entre los “gánsteres” no hay lealtad, si es necesario criminalizan a sus adversarios aprovechando los vicios de origen de los documentos y utilizan y tuercen la ley a su favor, donde inocentes son hasta asesinados sólo por inconformarse, aunque sean 43 y estén juntos.
¿Se percibe una luz en el horizonte? ¿Se percibe que no habrá más impunidad? ¿Se harán más aprehensiones de facinerosos que han atentado contra los intereses de la nación? No estoy tan segura que algo así de descompuesto, que apesta tanto como el aroma de los lamentablemente fallecidos que fueron inhumanamente apilados en tráileres de Jalisco, se pueda reparar pronto. Se requiere mucho esfuerzo y lealtad a lo que se juramenta.
Si vemos datos como los reportados en el periódico español El País, que nos muestran que el gobierno mexicano dispuso su maquinaria diplomática, política y legal, por ejemplo, para liberar a Humberto Moreira, ex presidente nacional del PRI, de las acusaciones de blanqueo de capitales y pertenencia al cartel de Los Zetas, que lo retuvieron por una semana en la cárcel Soto del Real, cercana de Madrid, ¿qué podemos esperar de estos adorables magistrados? Ni qué decir de Lozoya, “consen” del de copetito…
Los mexicanos celebraremos con júbilo el encarcelamiento de aquellos funcionarios públicos que valiéndose de sus cargos defraudan y saquean a la nación; y apretamos los dientes y los puños cuando vemos cómo otros, léase Duarte, Borges, Gordillo, Romero Deschamps y lamentables muchos etcéteras, gozan de impunidad.
Este es un momento decisivo para nuestro México lindo y Que Herido, este es el momento de decir, “O todos coludos o todos rabones”. Estamos frente a un Kairóz de la autoridad, el gobierno que se va, tiene que prender veladoras por 5 años, pues es el tiempo en que están obligados a responder a los lineamientos de la Ley de Servidores Públicos. No podrán dormir pensando que cualquiera de estos días podrán “pisar bote”, por ahora no los persigue nadie, no obstante que se han hecho públicas sus fechorías, están protegidos por “sabe Dios quién”, y se pasean como si nada, digamos gente como Fidel Herrera, o la esposa “que se merece abundancia” de Javidu, a pesar de ser sospechosos por lavar dinero, vaciar las arcas de sus respectivos estados, o ser señalados por tener nexos con los narcos, pero se les está acabando.
A cuatro años de la cruel desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa no encontramos aún la autoridad imparcial, basada en la equidad, la integridad, la honradez, en esencia en el derecho a la “IUS”… valores todos que sustentan La Justicia Universal.
Que no sean los compromisos políticos los que impidan no juzgar. Que no sea excusa. Que no sea motivo de descargo no ejercer la justicia pareja para todos, Flaco favor le haremos a La Justicia si perdonamos sin razón ni principios a nuestros amigos, cuando se debe aplicar la ley pareja para todos.
Se está yendo, pero las y los mexicanos tenemos aún tiempo de exigirle al personaje comprometido con el cargo que ocupa, cargo que le confirieron los mexicanos mediante el sufragio universal, que dé cumplimiento al juramento que tomó hace seis años y que debe cumplir y hacer cumplir, ante nosotros EL PUEBLO y que infiere respetar la Constitución Política de la República y las leyes que de ella emanan. Si no lo ha hecho lo tendrá que pagar, y cuando lo haga entonces dejará de escuchar el clamor de ¡Justicia!… ¡Justicia…! ¡Justicia…!, llorando a los 43 que nos faltan les espero en chivizenteno@hotmail.com o en el 9992 71 38 92.