Yucatán

Misa por los 42 años de ordenación del padre Fernando Sacramento

Con la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Itzimná completamente llena por familiares, amigos y gente de la comunidad que le profesa un gran cariño, el padre Fernando Sacramento Ávila celebró ayer 42 años de ordenación sacerdotal con una misa de acción de gracias presidida por el Obispo Auxiliar Pedro Mena Díaz.

Acompañado también como concelebrantes por Rafael May, vicario; el padre Jesús Ceballos, rector de la Divina Providencia en La Huerta, y el diácono Omar Buenfil, el obispo manifestó:

—Pedimos por el padre Fernando y el padre Cirerol, pues se graduaron juntos y hoy no pudo venir porque se reportó con un resfrío muy fuerte, pero lo tenemos presente en nuestras oraciones.

El obispo recordó que todo el año la Iglesia celebra diferentes fiestas: fiestas de nuestro Señor, fiestas de María, fiestas de los ángeles, fiestas de los santos, y ayer se celebró también la fiesta de los arcángeles Rafael, Gabriel (y Miguel). Explicó que hay un punto entre la contemplación y la visión de los santos y los arcángeles, y nosotros como hijos de Dios. Ellos son los servidores fieles, pero nosotros también tenemos que llegar a ser servidores fieles en la tierra, para prepararnos a nuestro destino final que es en el cielo. Dijo que en Pentecostés los apóstoles fueron transformados y salieron a anunciar la noticia de la salvación. Desde esa perspectiva, el Señor sigue confiando esa tarea hoy en los creyentes y los sacerdotes, y los acompaña Rafael, el arcángel peregrino que es la medicina de Dios y acompaña en su peregrinar a los pastores.

El Obispo Auxiliar Mena Díaz recordó también la tarea del arcángel Gabriel: el mismo que anunció a la Virgen María la gran noticia que esperó durante tantos siglos el pueblo de Israel, y que ya estaba en su vientre, la gran noticia de la salvación del mundo: “Alégrate, María –le dijo-, porque has sido elegida para ser la madre del Salvador, que vendrá a acompañarnos y anunciarnos el Reino del cielo.

Nuestro pueblo a veces sufre, porque de pronto nuestros problemas y dificultades nos hacen pensar que el Señor no está con nosotros, pensamos que el Señor nos olvida, que el Señor nos abandona, pero se nos olvida la promesa de Cristo de estar siempre juntos. Y en esa tarea el pastor recuerda que su tarea le ha sido encomendada por Dios: anunciar la buena nueva.

Por eso el sacerdote, como lo ha hecho durante 42 años Fernando Sacramento celebra la eucaristía porque sabe que ahí está contenido todo el bien que Dios quiere darnos, y siempre nos da la buena noticia, que tenemos que seguir difundiendo y fomentando porque creemos en el triunfo de Dios, porque creemos en un Dios triunfador.

Tenemos que motivar la esperanza del pueblo para seguir confiando en que el triunfo será de Él. Pidamos pues al Señor que siga suscitando en muchos jóvenes el deseo de ser sacerdotes. El pueblo necesita ser acompañado, necesita escuchar buenas noticias de la salvación que nos garantiza el Señor. Que así sea.

Por su parte, al tomar la palabra brevemente, el padre Fernando Sacramento Ávila manifestó:

-Quiero dar mi agradecimiento a Dios por estos 42 años de vocación y ejercicio sacerdotal, y a la vez quiere pedir perdón a Dios por no haber sido todo lo fiel que debí ser. Creo, como san Pablo, que la gracia de Dios no ha sido estéril en mi vida, le agradezco a Dios por ese don sacerdotal que me dio, y les agradezco a ustedes, familiares, amigos, religiosas, comunidad de Itzimná que están presentes. La comunidad de Itzimná ha organizado un desayuno para todos, bienvenidos. Gracias por todo, gracias por estar aquí.

(Roberto López Méndez)