Yucatán

Comparte el presbiterio su experiencia a partir de la Navidad

Estamos aquí como cada año, fieles a nuestra cita, en la que venimos a tener nuestra convivencia por el tiempo de la Navidad y, ahora que hemos tomado esta modalidad, queremos compartir la experiencia personal de crecimiento espiritual a partir de la celebración de Navidad.

Eso dijo el Arzobispo Gustavo Rodríguez Vega en la Capilla del Seminario Menor antes de iniciar ayer la Hora Santa que forma parte del convivio de principios de año, en el que estuvieron presentes alrededor de 150 sacerdotes y diáconos procedentes de todo el Estado.

Y agregó:

-Damos y recibimos, porque damos celebraciones para nuestro pueblo, pero compartimos. Lo que damos es también para nosotros. Como parte del testimonio que nos da nuestra gente, nosotros recibimos gracias al celebrar con devoción los sagrados misterios y al participar de todas las emociones populares, simplemente el hecho de pedir posada ya nos deja a nosotros el mensaje de que acaso estamos abiertos a la gracia de Dios, que algo nos dice aún en estas expresiones más populares de la convivencia familiar. Ojalá que todos hayamos tenido oportunidad de esa convivencia, que también nos remonta a las primeras experiencias navideñas de nuestra niñez.

Los enfermos

También comentó:

-Tengamos presentes a algunos sacerdotes de nuestro presbiterio, particularmente al padre Basto, que en este momento está siendo operado de la vesícula. Así que oremos por él. Oremos por el padre Luis Sansores, que está hospitalizado y no sabemos hasta qué punto sea su gravedad. Algunos doctores ya le anticiparon algo no muy bueno, pero todavía falta el estudio principal. Esperemos en Dios que el resultado sea una cosa distinta.

El padre Saúl Ché se está recuperando de una apendicitis, y hay algunos otros padres que por motivos de salud no pudieron acompañarnos.

Falleció esta mañana, como ya se les avisó, la mamá del padre Luis Tut y la la misa funeral será el próximo miércoles allá en Acanceh, de donde es originario. Entonces vivamos intensamente este momento de oración y luego de compartir, esa es la idea, compartir nuestras experiencias personales de crecimiento espiritual a partir de la celebración de la Navidad. Habrá manera de hacerlo en pequeños grupos. Ya nos dirigirán, habrá manera de exponerlo a todos reunidos, para que sea algo más que la comida. Primero nuestro alimento espiritual, y nuestro alimento de convivencia en el compartir esas cosas que son tan personales, y que Dios suscita en nuestro espíritu. Sigamos pues alabando al Señor.

Queremos también encomendar a todos los sacerdotes enfermos, ancianos y que pasan cualquier otra necesidad, a los que por algunas de estas razones no estarán en esta reunión, pero todos, en nombre de todos, te alabamos, te adoramos Señor, te reconocemos aquí presente en el santísimo sacramento del altar.

(Roberto López Méndez)