Yucatán

¿Justicia para quién?

Ana María Ancona Teigell

“De juez de poca conciencia, no esperes justa sentencia.

Anónimo.

La audiencia que se llevó a cabo el miércoles 27 de noviembre en la sala seis del Primer Juzgado de Control en el CJOM (Centro de Juicios Orales de Mérida), presidida por el Juez Rómulo Antonio Bonilla Castañeda, para vincular a proceso al imputado H. C. V. por violencia intrafamiliar en contra de Greta Martínez Corona y su hijo menor, a su asesor jurídico Lic. Efraín Encalada Burgos, no se le permitió hablar para pedirle al Juez que reclasificara el delito por tentativa de feminicidio.

En las audiencias anteriores, nos dimos cuenta que al defensor de la víctima, el Juez Bonilla no le iba permitir hablar, como así fue.

La audiencia comenzó a las 11:05, el Lic. Dorantes tomó la palabra y estuvimos cinco horas escuchando sus alegatos que repetía una y otra vez, poniendo a H. C. V. como víctima y a Greta como una loca, desequilibrada mental, depresiva, que sufría de un trastorno que magnifica los acontecimientos vividos, que están fuera de la realidad de los maltratos sufridos. Esto se llama violencia de género infringida por un abogado hacia una víctima que no puede ocultar las graves secuelas físicas y psicológicas que vivió porque están a la vista, y el Juez lo permitió en lugar de sancionarlo en ese momento.

Su verborrea era imparable, repetitiva, sin que en ningún momento el Juez Bonilla le pusiera un alto y le pidiera que sintetizara los alegatos. En varias ocasiones nos tuvimos que salir de la sala para tomar un respiro porque para la mente es una tortura estar escuchando lo mismo durante horas. El Juez Bonilla, jamás le cuestionó ningún alegato, lo dejó hablar a sus anchas.

La defensa de Greta estuvo a cargo de la Fiscal Lic. Laura Bacelis Díaz, quien no tenía conocimiento de la totalidad de la carpeta de Greta. La Fiscal Lic. Wendy Yanely Dzul, era la que conocía la carpeta al derecho y al revés. Grave error de la Fiscalía no ponerla a ella para defender a la víctima, aunque pensándolo bien, de todos modos, no se hubiera conseguido nada por la posición que el Juez ya había adoptado desde un principio.

Cuando le tocó el turno a la Fiscalía de rebatir los alegatos de la defensa del imputado, el Juez Bonilla les cuestionó si los videos y fotos, pruebas contundentes en la defensa de Greta donde se muestran las agresiones físicas y psicológicas que recibía por parte de H. C. V. de cómo la estaba ahorcando, cómo la tiraba al piso, donde se ve a Greta con la frente y el ojo hinchados, cómo está dentro de un ataúd que H. C. V. le hizo en presencia de su hijo, donde a base de puñetazos y patadas rompe una puerta, etc., habían sido cotejadas para saber que eran copia fiel de los que había presentado la víctima. Las Fiscales respondieron que no, pero la víctima estaba presente en la audiencia y si el Juez hubiera querido, le hubiera pedido a Greta que cotejara las pruebas que estaban en el expediente para saber si eran las que ella había presentado.

En la audiencia del martes pasado, la defensa de H. C. V. tenía una testigo que, al no presentarse, la desestimaron ante el Juez Bonilla. Pero en la audiencia de este miércoles, el Lic. Dorantes Cabrera le dijo al Juez que ya habían contactado a la testigo, Silvia Marisol Argaéz Rivero, maestra del hijo de Greta de 11 años, quien labora en la Escuela “Gabriela Mistral” y le permitiera declarar.

La Fiscalía pidió el diferimiento para que no declarara, basándose en artículos del Código Penal, pero el Juez Bonilla la aceptó.

La maestra dijo que conoció a H. C. V. en una reunión del colegio (mentira, porque Greta le mostró una foto de H. C. V. para que no lo dejaran entrar) y, en otra ocasión estando en clases con el menor, entró al salón, abrazó al niño, lloró y se fue. Que ella nunca detectó que H. C. V. tuviera intenciones de llevárselo.

Ante estas declaraciones nos preguntamos: “¿Cómo pudo entrar H. C. V. al colegio sin que nadie lo viera y no le cuestionó qué hacía ahí?, ¿cómo esta maestra no lo sacó de la clase y levantó un reporte de lo que pasó y se lo hace saber a la directora?

Cuando el Lic. Efraín Encalada Burgos quiso interrogar a la maestra, no se lo permitió el Juez Bonilla. Greta le hizo unas preguntas sobre la foto que le enseñó de H. C. V. para que lo viera y no lo dejara entrar al colegio, que solo ella podía ir por el niño y, cuando no pudiera, iría otra persona de su total confianza, de que les había comunicado a ella y a la Directora del colegio que H. C. V. no podía entrar ni acercarse a su hijo. La maestra Silvia Marisol Argaéz Rivero lo negó todo y ahí se acabó el interrogatorio de la testigo.

Alrededor de las cinco de la tarde, el Lic. Dorantes Cabrera volvió a tomar la palabra y fue otra hora (más o menos) escuchando lo mismo que ya había dicho del oftalmólogo que supuestamente checó a Greta de sus ojos, diciendo que eran pequeñas protuberancias que le salían en los párpados y que no tenía ninguna lesión. Cuando hay fotos de Greta con el ojo tremendamente inflamado al haberla golpeado H. C. V. con un celular, provocando una lesión en el cerebro, por lo que se le hizo una resonancia magnética.

En pocas palabras, el Juez Bonilla desechó todas las pruebas presentadas por la Fiscalía, estudios periciales, psicológicos, forenses que le hicieron a Greta y su hijo. Se lavó las manos como Poncio Pilatos e hizo responsable de todo a la Fiscalía General del Estado de Yucatán de no tener la preparación para investigar e integrar debidamente un expediente. Que en base a todo lo que presentaron, no tenía los elementos suficientes para imputar a H. C. V. por el delito de tentativa de feminicidio, ni por violencia intrafamiliar.

Antes de retirarse para dar la sentencia, el Lic. Efraín Encalada Burgos le pidió al Juez Bonilla que Greta quería volver a hablar, a lo que se negó.

La audiencia tardó diez horas, el Juez Rómulo Antonio Bonilla Castañeda tardó cinco minutos en dar su veredicto: “No culpable de violencia intrafamiliar”, lo liberó de todos los cargos y lo dejó en libertad.

La víctima, Greta Martínez Corona, quedó devastada, saliendo de la audiencia le dio una grave crisis nerviosa y no podía respirar. La tuvimos que socorrer hasta que se tranquilizó y pudo retirarse del calvario que vivió.

Las mujeres de Yucatán estamos esperando con ansias el nacimiento de la perspectiva de género, que se les debe exigir a todas las autoridades tener presente y exponer en los juicios para evitar las tragedias con mujeres como Greta, víctimas de grave violencia que se está viviendo. Un agresor en libertad y una madre y su hijo en total indefensión, desprotegidos por las autoridades de nuestro Estado, que corren un grave peligro al dejarlos expuestos a cualquier tipo de agresión por parte de su victimario.

Ese es el grave problema que tenemos con la Fiscalía General del Estado de Yucatán, y que no quieren reconocer, que gracias a su incompetencia, la falta de investigación y la pésima integración del expediente, se pierden casos muy delicados que dejan a las victimas muertas en vida. Y a los jueces que liberan a los agresores sin tomar en cuenta la perspectiva de género.

Pero claro, todo esto tiene un sentido para los ciudadanos pensantes, inteligentes, conscientes, observadores de la corrupción e impunidad que hay y sabemos que: “Entre gitanos no se leen las manos ($$$$)”.

El veredicto final en este caso fue: “El agresor acabó siendo una pobre víctima y la víctima una loca y depresiva mentirosa”.

Esta pregunta se las dejo como reflexión a todos los ciudadanos que esperamos que nuestras autoridades juzguen con apego a derecho, cumplan las leyes y hagan justicia. Pero: ¿Justicia para quién?