PROGRESO, Yucatán, 7 de noviembre.- Este jueves concordaron dos cruceros en la Terminal Remota, el “Valor” y el nuevo invitado a esta ruta, entrada al Mundo Maya, el francés “Le Champlain”.
Como se informó en nota aparte, el crucero “Le Champlain” tenía programado su arribo para ayer miércoles, pero por cuestiones que se desconocen arribó con el “Valor”.
Según estadísticas, el “Carnival Valor” trajo un total de 3,210 pasajeros y 1,017 tripulantes, arribó a las 07:54 horas procedente de la isla de Cozumel, Quintana Roo y partió a las 17:00 horas rumbo a Galveston, Texas.
Mientras que el crucero de lujo francés trajo a 152 pasajeros y 80 tripulantes, llegó procedente de Dos Bocas, a las 06:00 horas y partió a las 17:30 horas rumbo a Puerto Morelos, Quintana Roo.
De esta bonita amalgama de turismo americano y europeo, la mayoría estuvo paseando en el malecón tradicional, visitando la playa, el Centro Histórico, las zonas ecoturísticas, entre otros lugares de interés.
Sin embargo, como ya se está haciendo costumbre, las ventas no fueron las esperadas, únicamente hubo ganancias en masajes y artículos como collares, pulseras y sombreros.
Todos los que viven de estos negocios, realizaron su mejor esfuerzo para tratar de vender algo, como las masajistas que daban sus tarjetas de presentación y su mejor cara al turismo.
Los trabajos del malecón se suspendieron, debido a que los visitantes pasaban muy cerca de la maquinaria, aun cuando testigos de estas obras de remodelación comentaron que están muy atrasados.
Una pareja se decidió a comprar cócteles de frutas, para gozar de estos manjares exóticos para muchos y otra se dedicó a broncearse leyendo un buen libro.
Otras damas se dedicaban a admirar y gozar de una prenda que habían comprado y estaban felices, un trovador estuvo cantando temas muy mexicanos para ganar unos dólares y una pareja se dispuso a la tradicional caminata playera.
Los cocos helados tuvieron buena demanda, un cuarteto de amigas estaban gozando de lo lindo, con sus bebidas en mano y tomándose la foto.
Los zanqueros de nueva cuenta dieron el toque guapachoso, de jovialidad y de alegría a estos visitantes distinguidos, y una dama pasó en medio bailando con música viva.
(Alfredo Canto May)