Enrique Martín Briceño*
Como bien saben ustedes, la Yucatanense es una enciclopedia temática sobre nuestro estado que se redactó entre 1944 y 1947 bajo la dirección de Carlos Echánove Trujillo. En aquella primera edición, auspiciada por el gobierno de Ernesto Novelo Torres, figuran en la nómina de colaboradores los ilustres nombres del arqueólogo Sylvanus G. Morley, el lingüista Alfredo Barrera Vásquez, el escritor José Esquivel Pren, el doctor Eduardo Urzaiz y los antropólogos Robert Redfield y Alfonso Villa Rojas, entre muchos otros especialistas que abordaron desde la geografía física, la flora y la fauna yucatecas hasta la música, el teatro, la literatura y las “artes menores”, pasando por la historia política, la historia de la industria henequenera y la bibliografía yucateca.
Fueron en total nueve tomos que muy pronto se volvieron de consulta obligada para todo aquel interesado en la historia, la cultura o cualquier asunto de Yucatán. Por ello, entre 1977 y 1981, bajo el gobierno del doctor Francisco Luna Kan, se realizó una segunda edición, a la que se añadieron tres tomos más, en los que se actualizaron algunos temas (por ejemplo, cultura maya, educación y economía) y se introdujeron unos pocos (límites con Quintana Roo, la caricatura, la aviación, el cine...).
Esta segunda edición estuvo agotada durante mucho tiempo hasta que, en 2010, dos años después de que creamos la Biblioteca Virtual de Yucatán, pusimos en este repositorio la versión digitalizada de los 12 tomos de la Enciclopedia yucatanense. Con esto, aquella importante obra de referencia se puso al alcance de estudiantes, investigadores e interesados de Yucatán y del mundo entero. Sin embargo, habían pasado ya treinta años desde la segunda edición y sesenta desde la primera. De tal manera, para algunos temas no se tenía una obra de referencia que incluyera el conocimiento generado en el último medio siglo, en tanto que había otros que no se habían tocado en las ediciones anteriores porque en su momento no se consideraban de trascendencia. Es el caso de las mujeres, el medio ambiente, los jóvenes, la ciencia, los derechos humanos y la gastronomía.
Por lo anterior, en 2015, el historiador Faulo M. Sánchez Novelo –entonces director de la Biblioteca Yucatanense de la Sedeculta– tuvo la iniciativa, enseguida secundada por mí –a la sazón jefe del Departamento de Patrimonio Cultural de la misma secretaría–, de emprender un proyecto acariciado desde hacía años (de hecho, se había incluido entre las promesas de campaña de Ivonne Ortega): hacer una actualización de la Enciclopedia yucatanense. Así es como Faulo y yo nos lanzamos al ruedo para editar al alimón los seis tomos de la obra que hoy tienen en sus manos, trabajando contrarreloj, pues, naturalmente, debían estar listos antes que concluyera el gobierno de Rolando Zapata Bello, en septiembre del año pasado.
Justo es decir que desde que dejé la Sedeculta, en septiembre de 2016, Sánchez Novelo se hizo cargo de la coordinación general y fue la bujía que mantuvo vivo el proyecto, faena nada fácil pues debió sortear incomprensiones y aun piedritas y piedrotas que colocaron en su camino quienes se suponía tendrían que haberlo apoyado. Finalmente, luego de dos años de “agonía”, como Faulo ha llamado al tour de force que fue preparar los seis tomos de la actualización de la Enciclopedia yucatanense, vino el “éxtasis” de verlos impresos, apenas un día antes que terminara la administración pasada…
Por supuesto, una obra de estos alcances requiere de la participación de muchas personas, a las que es obligado mencionar y agradecer.
La actualización de la Enciclopedia yucatanense contó con un comité editorial integrado por Rolando Bello Paredes, Jorge Cortés Ancona, Enrique Martín Briceño, Sergio Quezada, Faulo M. Sánchez Novelo y Dulce María Sauri Riancho. Los miembros de este grupo definimos el plan general de la obra, los nombres de los colaboradores y algunos criterios editoriales. Hubo desde luego cambios sobre la marcha debidos a diferentes circunstancias, pero creo que, al final, el trabajo quedó muy cerca de la meta que nos propusimos.
La nómina de colaboradores es larga, pero debe citarse:
En el tomo I, dedicado a las mujeres, participan Georgina del Carmen Rosado y Rosado, Rocío Quintal López, Judith Ortega Canto, José Antonio Ceballos Ortega, Gina Villagómez Valdés, María de Fátima Flores Palacios, Eduardo D. Puc Vázquez, Leticia Paredes Guerrero, Beatriz Torres Góngora, Beatriz Rodríguez Guillermo, Álvaro Vega Díaz, Saúl Villa y Alicia Beatriz Canto Alcocer
En el tomo II, que aborda los temas mayas de ayer y de hoy, educación indígena, español de Yucatán, economía, política y henequén, colaboran Fernando Robles Castellanos, Anthony P. Andrews, Ella Fanny Quintal Avilés, Jesús J. Lizama Quijano, Francesc Ligorred Perramon, Miguel A. Güémez Pineda, Raúl Vela Sosa, Sergio Quezada y Dulce María Sauri Riancho.
En el tomo III, que abarca justicia, derechos humanos, ciencia, migración y población, arquitectura y desarrollo urbano, cultura ambiental, jóvenes, humorismo y periodismo, toman parte Gabriel Zapata Bello, Jorge Alfonso Victoria Maldonado, Raúl H. Godoy Montañez, Carlos Bojórquez Urzaiz, Luis Alfonso Ramírez Carrillo, Marco Tulio Peraza Guzmán, Rafael Robles de Benito, Othón Baños Ramírez, Roldán Peniche Barrera y Faulo M. Sánchez Novelo.
En el tomo 4, dedicado a educación, teatro, literatura, museos, artesanías, gastronomía, música y artes visuales, colaboran Rolando Bello Paredes, Jorge Cortés Ancona, Karla Marrufo Huchim, Xhaíl Espadas Ancona, Juan Esteban Chávez Trava, Manuel Tejada Loría, Enrique Martín Briceño, Álvaro Vega Díaz, Giovana Jaspersen García, Silvia Terán Contreras, Luz Elena Arroyo, Christian Rasmussen y Will Rodríguez.
El tomo 5, que es una actualización de la bibliografía yucateca (que en la primera edición tuvo a su cargo doña Mireya Priego, espejo de bibliotecarios), lo tuvieron a su cargo Edgar Augusto Santiago Pacheco y Flor Ileana López Bates.
Además, María de Fátima Flores Palacios, Dulce María Sauri Riancho, Gabriel Zapata Bello, Faulo M. Sánchez Novelo y Enrique Martín Briceño redactamos prólogos para los tomos 1, 2, 3, 4 y 6, respectivamente.
El tomo 6, finalmente, reúne diez ensayos seleccionados traducidos al maya por Gerónimo R. Can Tec, José C. Cano Sosaya, Lizbeth Ahinoan Carrillo Can, José Alfredo Hau Caamal y Gregorio Hau Caamal, con el apoyo de Fidencio Briceño Chel.
Colaboramos en la corrección –ardua tarea si las hay– José Díaz Cervera, Jorge Cortés Ancona, Faulo M. Sánchez Novelo y yo. La iconografía –labor no menos ardua– la tuvo a su cargo Kandy Ruiz González, quien contó con la colaboración de Martha Ruiz González y Paúl Rodríguez González, y con un grupo de digitalizadores integrado por Eduardo Villarreal Montero, Víctor Argáez Cimé, Juan Pablo Cahuil Euán y Walter Puc Suaste. Por último, Miguel Ángel Martínez de la Fuente ha sudado la gota gorda como diseñador de la obra, pero –estarán ustedes de acuerdo– el resultado es hermoso y, como se lo pedimos, mantiene continuidad con el diseño de las ediciones anteriores.
Podría contarles mucho de la labor de edición, pero basta con decir que Kandy, Miguel Ángel, Faulo y yo hemos dedicado, sin exagerar, miles de horas de trabajo frente a la computadora (horas nalga les dicen) para poder llevar a término esta actualización (y no están ustedes para saberlo, pero los editores lo hicimos ad honorem): más de cuatro mil páginas dedicadas a nuestra tierra y destinadas a los estudiantes, los investigadores y a todos los interesados en este país que no se parece a otro. Más de cuatro mil páginas en cada una de las cuales pueden percibirse el amor –y el dolor también– que Yucatán, su historia y su cultura nos provocan.
Ya he mencionado algunos de los temas que distinguen a esta actualización de las ediciones anteriores de la Yucatanense y que la hacen digna hija de su tiempo. Permítanme destacar nada más el tomo 1 dedicado íntegramente a las mujeres y el tomo 6, totalmente en idioma maya. Ambos muestran lo que se ha logrado y lo mucho que falta por hacer en materia de igualdad de género y de derechos indígenas. Abrigo la esperanza de que la próxima actualización de la Enciclopedia mostrará grandes avances en ambos terrenos y será toda bilingüe.
Espero también –como todos los que en ella colaboramos– que esta obra haga aportaciones en ese sentido y en general contribuya a la construcción de un Yucatán orgulloso de su historia y su cultura, más próspero y más justo.
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Palabras pronunciadas en la presentación de los seis tomos de la Actualización de la Enciclopedia yucatanense, realizada en el Gran Museo del Mundo Maya el 19 de marzo de 2019 en el marco de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán.
* Investigador de la Escuela Superior de Artes de Yucatán.