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Yucatán

Un país destruido no puede cambiar en poco más de cien días

El escritor Benito Taibo afirmó ayer que aún sigue teniendo esperanza de que el país cambie con la cuarta transformación que ha puesto en marcha el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Antes de presentar su libro “Camino a Sognum”, el autor de “Corazonadas”, dijo a los escépticos que “solo han pasado cien días, no hay que esperar que un país destruido cambie en cien días, confío en que sucedan cosas para el bien de todos”.

“Tenemos que esperar un poco, paciencia, y no esperar que todo se resuelva mágicamente, hay que meter el hombro, el gobierno no puede solo, hay que crear nuevas condiciones éticas, morales, filosóficas, construir un país que sirva para todos, si no, no será para nadie”, reflexionó.

Taibo se congratuló porque se realice la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán, pero advirtió que hay que encontrar fórmulas para que los libros sean más baratos y así más gente pueda tener acceso a ellos, pues consideró que muchos no leen porque no tienen para adquirir los textos.

“Necesitamos libros baratos, he encontrado fórmulas para que sean más baratos, creo que se hacen esfuerzos, mis libros cuestan máximo 200 pesos, pero hay que encontrar alicientes fiscales no sólo para editar sino para los que leen”, indicó.

En las ferias del libro que se hacen en el país la ley del libro tiene que encontrar resquicios para descuentos. Que la ley del libro piense en nosotros, en los lectores”, dijo.

Con exenciones fiscales se puede reducir el costo, y que se trate de otra manera al libro, que esté dentro de la canasta básica, especificó y apuntó que él no cree que vaya a desaparecer el libro impreso en papel, porque si bien han crecido los digitales, en el mercado sólo son el tres por ciento del total de ventas.

Benito Taibo explicó que su obra “Camino a Sognum” es una fantasía heroica que creó a partir de sus lecturas. “La biblioteca de mi padre era maravillosa y espectacular, siglo XIX y XX, franceses, estadounidenses, mexicanos, luego mi hermano tuvo una de fantasía, ciencia ficción, policiaca. Fantasía épica, heroica, mundos muy rudimentarios, la magia, las capas y las espadas”.

Dijo que el paso de los años descubrió que la fantasía es todo un género que proviene de algunos ingleses, provenía de mitologías, de Ilíada y Odisea o del Chilam Balam, la creación de un mundo, los hombres, el bien y el mal, teniendo eso como base, El Quijote es una suerte de fantasía épica.

“Los escritores tenemos la tendencia de ser pequeños dioses, manejamos al antojo a los personajes, hacemos que les sucedan cosas horribles o que sean felices, pero en este caso no es la creación del personaje, sino del entorno, la fantasía, es a partir de cero y me metí en un lío impresionante, porque yo soy escritor de brújula, dedo, corazonada, tenía sólidas bases, tengo siete libretas de anotaciones, inventé lugares, aparte, yo reto a que el que diga que la fantasía es un reto menor, a que escriba”.

“Es la solidez que da la fantasía, si quitas lo fantástico, queda lo más importante, las pasiones humanas, no son fantásticos de otra raza, sino humanos que viven sus pasiones de una manera muy intensa”, explicó.

Dijo que el texto tiene cuatro líneas narrativas, es una novela de aventuras, una es de un par de hermanos, que se llaman como personajes de Shakespeare, que al final se sabe por qué. La historia de un asesino a sueldo en camino a la redención, porque dice quiero pedir perdón a todos menos a uno. Es el camino de regreso de sí mismo y borrar los más de 50 muertos.

Está también la historia de Asur Bana un matemático en un país donde no existen las matemáticas, la ciencia como constructora de civilización, como da sentido orden y lógica. Y finalmente la historia de Milka, junto con otras cosas su trabajo es mantener dormidos a 300 guerreros, sólo despiertan si son atacados o hay que hacer la guerra. Hay comidas, extrañas, serpientes inmensas.

El también director de Radio UNAM explicó cómo escribe. “Provengo del oficio de periodista, es una enorme ventaja, puede escribir en cualquier sitio, no en un lugar mágico, aprendí a escribir en una sala de redacción, en medio del desmadre, miles de veces nos han roto lo escrito, eso sirve para el oficio. Cuando me dicen el bloqueo, no lo he sufrido, porque me siento y escribo, tengo un pequeño lugar en la casa, o en el jardín cuando puedo o voy con la compu y la abro”.

“Como aprendí en una redacción, primero lo hago a máquina y luego en computadora y eso del delete es… antes era un lío, sólo a mano hago la poesía, que esa la paso a la computadora, pero la narrativa en una computadora. Estoy esperando que hagan un sistema que enciendas y vayas directo donde lo dejaste”, dijo.

“Lo tengo claro en la cabeza y lo voy escribiendo, en el fondo de mi cabeza, luego quedas tú sometido al personaje, tiene que ver con la formulación de la personalidad del personaje, como habla y cómo le suceden cosas”.

Benito Taibo dijo que para animar a los niños y niñas y a los jóvenes a leer basta con estimularles la curiosidad. Dile a un adolescente que no lea un libro y ponlo hasta arriba en el armario, te aseguro que irá a bajarlo. Además, todos nos leemos siempre, esto que hacemos ahora (de la entrevista) es una lectura”, dijo.

Se definió como un hombre sin obsesiones literarias, sino como un tipo que lee de todo. “Ahora estoy leyendo tres libros, leo obsesivamente, voy agarrando y leyendo, tengo esas cajitas en la cabeza que me permiten hacer eso. Leo de todo y de todas las nacionalidades”, finalizó.

(Rafael Gómez Chi)

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