El canónigo José Antonio Flores Cervera, presidente del Cabildo Metropolitano y responsable de la música de Catedral, comentó que a la misa de la consagración de óleos viene todo el presbiterio porque se supone que es la comunidad del obispo con su presbiterio. Vienen a consagrar los óleos que nos van a servir para todo el año. Por ahorita están en un retiro en la Iglesia de Monjas, y a las 10:30 comienza la misa. En esta misa lo extraordinario es la consagración de óleos, que a veces se hace después de que hacen la promesa los sacerdotes, después de que se dice “Por Cristo, con Él y en Él”, se hace la consagración.
Son los 3 óleos: el crisma, que sirve para la confirmación, el bautismo y las órdenes sagradas, y que tiene un perfume pues se le coloca el buen olor de Cristo. El óleo de catecúmenos, que es para cuando inicia uno a instruirse para ser bautizado, a lo último se le unge a uno con aceite para fortalecer al hombre en el significado que tiene. Esto es porque los antiguos romanos tenían como costumbre que cuando salían los atletas a pelear los desnudaban y los ungían con aceite de oliva porque pensaban que les daba más vigor físico. Sabemos que no, pero es la creencia, y la iglesia adopta ese signo ya que el óleo de los catecúmenos fortalece al futuro cristiano para poder luchar contra el pecado.
El de enfermos es el que sirve también para atender a la gente que tiene muchos años encima o cuando uno está muy enfermo.
(Roberto López Méndez)