CHUMAYEL, Yucatán, 20 de abril.- Con el tradicional y peculiar “dzan cebolla” (remojo de cebolla), que reunió a decenas de lugareños y visitantes, iniciaron los preparativos para la fiesta de Chumayel en honor al Santo Cristo de la Transfiguración.
En este 2019, el punto de encuentro de la centenaria costumbre culinaria y cultural, heredada por generaciones, fue el predio de la familia Cruz Canché, que tiene la gran encomienda de encabezar los preparativos de la fiesta anual, por lo que de ahí, la tarde del 23 de abril saldrá el gremio de la alborada.
A pesar de que en esta edición no se “reventaron” voladores por respeto al Sábado de Gloria, numerosas personas acudieron como cada 20 de abril al hogar de la familia anfitriona desde temprana hora, para dar cumplimiento al peculiar ritual que marcó la apertura de los festejos.
En medio de desbordante alegría, pláticas y “cotorreo”, el grupo de hombres y mujeres se dio a la tarea de cortar 35 kilos de cebolla roja o morada, para la preparación del curtido que acompañará y dará sabor a la carne de res que se cocinará en horno de tierra y se entregará a los interesados del gremio del día 23 de abril por la mañana.
“¿Se vale llorar?”, “Ahora tengo un buen pretexto para llorar”, expresaban de forma pícara y en medio de risas los asistentes mientras picaban la cebolla y al mismo tiempo evocaban gratos recuerdos de la celebración de la fiesta décadas atrás.
Una vez culminado el corte de la cebolla y demás ingredientes, se puso a remojar para dejarla reposar en vinagre por varios días y que esté en su punto para el día del gremio católico de la alborada.
A la cita anual no faltaron los personajes que llevan participando en dicha actividad varias décadas, entre ellos la señora Marcelina Chan “doña Celín”, Eulalia Itzá “doña Mosa”, Josefina Tamay “Fina”, Graciano Martín “Hacho” y Herácleo Itzá, entre otros más.
“Yo soy socio del gremio desde los 14 años, a partir de entonces cada año he estado participando en el dzan cebolla y apoyando en los preparativos” compartió el señor Herácleo, de 72 años de edad y quien encabeza la lista de promotores de dicha actividad.
Al término del remojo de las cebollas, la familia anfitriona ofreció el tradicional frijol con puerco como desayuno a los asistentes, que para este año rebasaron las más de 150 personas, entre lugareños y visitantes.
El martes 23 de abril, que será la alborada de las festividades en decoro al “Señor de Chumayel”, se efectuará la bajada de la venerada efigie por la mañana; por la tarde saldrá el gremio de la casa de la familia Cruz Canché, lo que marcará el inicio del tradicional “Baile de la cabeza de cochino”.
Hasta hoy sábado por la mañana había confirmadas 50 cabezas de cochino, que representan las “promesas” de las familias devotas. Dichas promesas serán recogidas el martes en medio de todo un escaparate de diversión y algarabía, que se prolongará hasta el amanecer del miércoles.
Todas las cabezas de cochino compradas desde días antes en carnicerías del pueblo y comunidades aledañas serán reunidas en la casa de la familia Cruz Canché, donde se prepararán en tacos para ofrecer a todos los visitantes.
Sin duda, la fiesta tradicional del pueblo pone de manifiesto ese sentimiento común de fe y devoción hacia el Santo Cristo de la Transfiguración, “Señor de Chumayel”.
(Carlos Ek Uc)