“La señora Sisely Burgos (Cano), que se encontraba en el privado, me dijo gritando y golpeando la mesa que no saldría hasta que firme el documento si no quería morir de hambre y dicho esto ambas señoras cerraron las dos puertas de acceso y las ventanas y salieron de la oficina manteniéndome en este lugar, dejándome privada de mi libertad por más de casi 7 horas”, se asienta en la demanda que una empleada interpuso en contra de la delegada de la Profeco en Yucatán y en contra de la jefa del Departamento de Servicios, Ana Luisa Cecilia Navarro, luego de ser privada de su libertad para que firmara su renuncia “voluntaria”.
El texto antes citado corresponde a una de las tres demandas que se interpusieron en contra de la delegada de la Profeco y otros funcionarios, además de los que resulten responsables y por los delitos que se configuren, como el de privación ilegal de la libertad.
Esta demanda fue interpuesta por una trabajadora que fungía como secretaria del delegado y quien solicitó que se omita su nombre. La demanda penal quedó asentada en la carpeta G1/004390/2019 y se interpuso contra la delegada de la Profeco en Yucatán, Sisely Burgos Cano, y contra Ana Luisa Cecilia Navarro por los delitos que se configuren, aunque es claro el de privación ilegal de la libertad por cerca de 7 horas.
Descripción de hechos
En el texto de la demanda se asienta que la mujer entró a trabajar a la Profeco en Yucatán desde el 2016 con el puesto de secretaria del delegado y que, el pasado 29 de abril, alrededor de las 3 de la tarde, cuando ya se encontraba por salir del centro de trabajo, Ana Luisa Cecilia Navarro la mandó llamar a la oficina de la delegada Sisely Burgos Cano.
Ya en el despacho de la delegada y con la presencia de ésta le solicitaron que firmara su renuncia “voluntaria”, a lo cual se negó, razón por la cual la mantuvieron encerrada por cerca de 7 horas y bajo amenazas y burlas, según se lee en el texto de la demanda presentada ante la Fiscalía General del Estado, del cual tiene una copia POR ESTO!
“Estando dentro de dicha oficina se encontraba también la C. Sisely Burgos Cano, quien funge como delegada de la Profeco Delegación Yucatán y me dijo que tomara asiento y que por cuestiones y problemas internos de la dependencia ya no requerían más de mis servicios y me dijo que firmara un documento para que se me diera de baja por renuncia voluntaria, a lo que respondí que no, porque no estaba de acuerdo en renunciar y que ellos me estaban corriendo”.
“De inmediato, la señora Sisely Burgos, levantando la voz, me dijo que firmara o si no que lo tendría que hacer por las malas; sin embargo, me negué rotundamente a firmar porque no estoy renunciando y lo que estaba haciendo, además de ser injusto era ilegal”, señala la demanda.
Se menciona que luego la delegada, enfurecida, le dijo que no se le iba a dejar salir hasta que firmara el documento y le dio orden de ello a Ana Cecilia Navarro.
“Acto seguido la señora Sisely Burgos, enfurecida, me dijo que no se me iba a dejar salir hasta que firme el documento y de eso le dio la orden a la señora Ana Cecilia Navarro de que no se me dejara salir de la oficina hasta que firme el documento, a lo que manifesté que no podía hacer eso, que es totalmente ilegal e inhumano y que no había comido aun”.
“Pero la señora Sisely Burgos me dijo gritando y golpeando la mesa que no saldría hasta que firme el documento si no quería morir de hambre y dicho esto ambas señoras cerraron las dos puertas de acceso y las ventanas y salieron de mi oficina manteniéndome en este lugar, dejándome privada de mi libertad por más de casi 7 horas sin comer ni tomar agua”.
“Y por más que supliqué que me dejaran salir hicieron caso omiso y riéndose burlonamente me decían que, si quería salir, firmara el documento y a medida que pasaba el tiempo me intranquilizaba y empezaba a sentirme mal y comencé a preocuparme por mi integridad física, ya que la señora Sisely Burgos me gritaba mientras golpeaba las puertas para amenazarme”, señala el texto de la demanda.
Continúa la narración diciendo que se mantuvo firme en su postura de no firmar ningún documento y que entonces no les quedó más remedio que dejarla salir. Ya cuando se dio esto eran pasadas las 9.30 de la noche.
“Pero continué firme a no firmar nada y, al ver que no iba a firmar el documento, no les quedó más remedio que dejarme salir y esto lo hicieron hasta las 9.30 de la noche y me dijeron que ya a partir de este momento no laboraba más para la empresa y que me largara y que me retire si no quería que me encerraran de nuevo, por lo que me apresuré a retirarme de edificio”, se expone.
Tres demandas
Informamos que sobre este caso hay tres demandas en la Fiscalía General del Estado, una de ellas la que se mencionó líneas atrás y todas apuntan a las amenazas y privación ilegal de la libertad que se ejerció para que firmaran su renuncia varios trabajadores.
Dentro de las denuncias se asienta que personal que no está adscrito a la dependencia, pero que son militantes de MORENA, colaboraron en amedrentar a los trabajadores. Se menciona entre éstos a una persona, presuntamente de origen cubano, de nombre Reynaldo, quien según informaron al reportero el día de ayer, prácticamente desapareció de la Profeco luego del escándalo, aparentemente por temor a que, luego de ser mencionado, Migración se apersonara en el lugar para conocer su estatus migratorio.
(David Rico)